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Los jóvenes: un recurso escaso en España

El pasado 20 de marzo de 2012, el diario digital ACEPRENSA publicó un artículo sobre cómo las proyecciones demográficas indican que la escasez de jóvenes en el futuro comprometerán la economía de España y su capacidad de mantener a la población de edad  avanzada, haciendo de la juventud un recurso escaso.

Uno de los factores que ha influido en la reducción de la tasa de fecundidad es el aborto, que ha ido creciendo año tras año durante la última decada. El total de abortos ha pasado de casi 70,000 en 2001 a 113,031 en 2010, lo que representa un aumento del 62%.

Junto a este primer grupo (las que pueden tener hijos y no los quieren), está otro, las que sí los quieren pero no pueden tenerlos. Hoy en día muchas parejas postergan la maternidad por alcanzar sus metas profesionales, y asi la edad media de la primera maternidad se ha retrasado hasta los 31.3 años. Aunque existen otros factores para la infertilidad como el sobrepeso, el tabaquismo y el estrés, la mayor edad de los progenitores (sobre todo de la madre) es el motivo principal por el que la infertilidad ha crecido durante los últimos años, hasta afectar al 15% de las parejas.

Las mujeres de más edad también tienen más riesgos en sus embarazos. Con los años, son más frecuentes las malformaciones congénitas o alteraciones cromosómicas como el síndrome de Down. Las pruebas prenatales para diagnosticar estas anomalías se han convertido en rutinarias en los centros de salud, y no pocos embarazos –aunque buscados– acaban en aborto voluntario. En 2009, cuando se diagnosticó síndrome de Down en el feto, en el 95% de los casos se optó por el aborto.

Como resultado de los factores anteriormente señaladados, en el 2010 la tasa de fecundidad fue de 1.38 hijos por mujer, muy por debajo de los 2.1 necesarios para el reemplazo.

La crisis económica se está notando también en la natalidad. Durante el primer semestre de 2011 hubo 230,537 nacimientos, un 1.1% menos que en el mismo periodo de 2010. este año, a su vez, nacieron un 1.9% menos de niños que en 2009. Si nos remontamos a 1976, vemos que el número anual de nacimientos ha decrecido en un 28% en poco más de 30 años. La esperanza de vida, por el contrario, aumenta y alcanza ya los 78.8 años en los hombres y los 84.8 en las mujeres. Una buena noticia que se torna peligrosa si no tenemos más hijos, al empeorar el problema del envejecimiento colectivo de nuestra sociedad.

Si continúan asi los números, a España no le depara un buen futuro. El Instituto Nacional de Estadística señaló que en caso de mantenerse las tendencias demográficas actuales, la población de España decrecería de aproximadamente 46 millones  en 2011 a 45.5 millones en 2021.  La población entre 20 y 44 años decrecerá con especial intensidad.  En cuanto a la inmigración, en la que muchos depositaban su esperanza, los datos tampoco son muy positivos. El saldo migratorio con el extranjero en 2011 sería ya negativo (–50.090). Así, la migración neta se iría recuperando progresivamente en los próximos años, pero sin llegar a hacerse positiva, acumulándose un saldo migratorio de –945.663 entre 2011 y 2020.

España enfrenta problemas debido a su demografía. La evidencia demuestra que es posible prevenir las consecuencias del envejecimiento poblacional y es importante que los países tomen conciencia de este tema antes de afrontar sus consecuencias.