
Volpi señala que “se ha generalizado la idea de que el boom de los matrimonios no fue sino una consecuencia casi automática del boom económico. Se trata de un error de interpretación bastante común que se propone continuamente: el nivel de los matrimonios –la tasa de nupcialidad– como consecuencia de la más o menos alta o baja coyuntura económica”.
El demógrafo sostiene que en Italia, la economía no logra arrancar porque los matrimonios han bajado. Anualmente se registran de 60 mil a 70 mil matrimonios. Año tras año los matrimonios bajan; las personas se casan cuando ya han completado estudios, tienen un trabajo estable y una casa propia, atrasando con ello el matrimonio.
El experto señala que hay que retomar las decadas anteriores, especialmente los años 60, cuando había gran cantidad de matrimonios y la economía estaba en su auge, precisamente porque los matrimonios estables empujaban la economía. Todos se casaban jóvenes (mujeres 24-25 y hombres 28). Los matrimonios no eran el resultado de esa alta economía. Las personas se casaban porque creían en esta institución. Hoy, los matrimonios no alcanzan ni el 40% de los matrimonios de los años 60.
Es necesario que la sociedad apueste de nuevo por la institución matrimonial. Las personas deben volver a creer en ella y los gobiernos y la sociedad civil buscar promoverla más. En anteriores artículos hemos resaltado la importancia del matrimonio para la economía del país: los niños son más propensos a adquirir el capital humano y social que necesitan para prosperar en la economía moderna cuando son criados en una familia casada intacta. En los EE.UU. , por ejemplo, los niños tienen más probabilidades de graduarse de la escuela secundaria, la universidad completa y tener un empleo remunerado como adultos jóvenes si sus padres eran casados. Por otra parte, en cuanto a los cónyuges, las ciencias sociales han demostrado que el matrimonio tiene implicaciones importantes para la productividad del trabajador . Los hombres tienen más probabilidades de dar a su trabajo el máximo de sus esfuerzos y la atención cuando están casados . Es necesario por lo tanto, que se comience a prestar especial atención al matrimonio y se busque promoverlo y ayudar a los jóvenes para que logren llevar un matrimonio estable y feliz.