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Alza en divorcios y cohabitación: ¿Existe un vínculo?

Un reciente artículo, titulado “The Rise in Divorce and Cohabitation: Is there a Link?” (“Alza en divorcios y cohabitación: ¿Existe un vínculo?”) expone de manera concreta como el aumento de divorcios y cohabitación están entre los cambios de comportamiento más prominentes que afectan a la familia durante las últimas décadas.

Ambos comportamientos han recibido una atención considerable, con algunos comentaristas refiriéndose a ellos como indicativos de un colapso masivo para la familia. Indudablemente, los dos comportamientos han alterado fundamentalmente la institución del matrimonio. El aumento en el divorcio ha cambiado el matrimonio, de ser una promesa para toda la vida a una relación que tiene el potencial para disolverse. Al mismo tiempo, la cohabitación ha surgido como una forma en la que dos personas vivan juntas sin casarse y evitar los costos potencialmente más altos del divorcio si la relación no dura. Así, el divorcio y la cohabitación parecen estar intrínsecamente vinculados.

Las teorías actuales que explican el surgimiento de estos comportamientos tienden a explicar el divorcio y la cohabitación por separado o a incluirlos en un conjunto más amplio de comportamientos familiares cambiantes, a menudo denominados como la segunda transición demográfica. Estas teorías generalmente apuntan a cambios económicos o al cambio social e ideacional para explicar su aparición. Si bien estas teorías son cruciales para entender los factores subyacentes que conducen a los comportamientos, no han examinado específicamente si o cómo el aumento en el divorcio puede haber sido fundamental para el desarrollo de la cohabitación. Dado el aumento espectacular del divorcio y la cohabitación en gran parte del mundo industrializado, el artículo mencionado argumenta que el aumento del divorcio podría ser un catalizador importante para el aumento de la cohabitación.

Finalmente, la investigación sintetiza sus hallazgos para sugerir cómo el aumento en el divorcio puede haber sido uno de los muchos factores que condujeron al aumento de la cohabitación. Basándose en estudios previos y en sus propios resultados, elucida mecanismos en cada nivel analítico: macro, meso y micro. Argumenta que el divorcio puede haber llevado a la adopción de la cohabitación a través de la difusión de nuevas normas sociales y valores sobre el matrimonio, el proceso de aprendizaje social de los padres que se divorciaron y la experiencia personal del divorcio.

El artículo en mención nos hace reflexionar, como organización que promueve la institución del matrimonio y la familia, en la importancia que existe hoy en de día difundir lo valioso de la unión conyugal para mejorar la vida de las personas, y fortalecer la institución social por excelencia -la familia- para transformar la sociedad. Es necesario un enfoque claro, por parte de todos los sectores de la sociedad, que busque la promoción del matrimonio y la familia como eje fundamental para el desarrollo de la persona y las naciones.