En el año 2011 la Dirección General de Evaluación e Investigación Educativa del Ministerio de Educación en Guatemala, publicó un estudio titulado: El fenómeno del acoso escolar (bullying) en Guatemala: resultados de una muestra nacional de sexto grado del Nivel Primario, bajo la autoría de el Lic. J. Andrés Gálvez-Sobral A.
Tal y como lo indica el resumen de dicho documento, “el estudio es producto de la aplicación de una escala para medir conductas agresivas y bullying en Guatemala. La escala se aplicó a una muestra nacional, con representatividad a nivel de departamento, participando 18,780 estudiantes pertenecientes a 933 centros educativos oficiales. Los resultados demuestran que 34% de los estudiantes se reportan como víctimas de bullying y que la incidencia de víctimas es mayor en niños que en niñas, en el área rural que en el área urbana, en escuelas pequeñas que en escuelas grandes y en estudiantes con sobre edad. Los resultados se complementan con un estudio cualitativo realizado a través de grupos focales con estudiantes de los últimos años de formación docente de cinco establecimientos normales de la ciudad de Guatemala.”
Algunas preguntas que pretende responder el estudio son:
- ¿Es el bullying un problema urbano?
- ¿Es el bullying un problema de escuelas muy pobladas y de aulas numerosas?
- ¿Es el bullying un problema más común en los hombres?
- ¿Es el bullying un problema de los niños más pequeños y más grandes?
- ¿Es el bullying un problema similar en todo el país?
La importancia de este tipo de estudios e investigaciones es que buscan detectar problemáticas importantes en la región guatemalteca. El desarrollo integral de la persona, sobre todo en las etapas tan críticas de la niñez y adolescencia, es una temática que se puede ver afectada por el acoso escolar, entre otras situaciones.
La familia y los maestros juegan un papel sumamente importante en la erradicación de este tipo de prácticas. Factores como la comunicación y dinámica familiar, la educación del carácter, las emociones y la voluntad, así como la conciliación dentro de las aulas son elementos que deben ser prioridad para padres de familia e instituciones educativas, en la misión de eliminar el bullying o acoso escolar.