La población mundial ha cambiado en diferentes aspectos en las últimas décadas; específicamente, las tendencias demográficas que determinan el futuro de cada región del mundo han variado significativamente, creando nuevos panoramas de convivencia para las próximas generaciones.
La distribución demográfica es un determinante poblacional relevante para la generación de políticas públicas orientadas a promover el desarrollo de la sociedad en una determinada región o espacio geográfico, según sus necesidades particulares.
La caracterización de la población urbana y rural está determinada por diferentes factores; uno de los criterios para establecer si una región es urbana o rural es la cantidad de personas que habitan en ella. Otro aspecto distintivo es el acceso a servicios públicos a los que se tiene en una región, incluyendo agua potable, alumbrado público, servicios sanitarios y médicos, etc. Por último, la función económica que desempeña una región también es un criterio para distinguirle como rural o urbana, la población rural generalmente tiene como ocupación principal, la agricultura; la población urbana, al contrario, se enfoca en la producción industrial y comercial.
El pasado 31 de octubre, en razón del Día de las Ciudades, la Organización de las Naciones Unidas, por medio de su Departamento de Asuntos Económicos y Sociales, compartió información sobre el crecimiento de la población que reside en áreas urbanas en todas las regiones del mundo y lo que ello representa en un proceso mundial de urbanización.
Según información compartida por la Organización de Naciones Unidas, el 56.2% de la población mundial, reside en áreas urbanas o ciudades y se prevé que el porcentaje continúe creciendo; se estima que en 2050 la población urbana se duplicará representando aproximadamente 7 de cada 10 personas.
El proceso de crecimiento poblacional en áreas urbanas se ha acelerado en las últimas 7 décadas, especialmente en América Latina en donde su población urbana ha aumentado de 41.3% en 1950 a 81.2% en 2020; es decir, se ha acrecentado en un 39.9%.
La migración interna desde las áreas rurales hacia las áreas urbanas en Asia y África también ha representado un cambio significativo; en 1950 la población urbana en ambos continentes no alcanzaba el 20% de la población total de cada uno y, actualmente, ha alcanzado un 43% y 51% respectivamente. En América del Sur, la población urbana representa más de 80% de su población total; un proporción mayor a la de Europa.
La actual distribución demográfica representa tanto oportunidades como desafíos para todas las regiones del mundo. Según datos del Banco Mundial, el 80% del Producto Interno Bruto mundial se genera en las áreas urbanas, por lo que las tendencias actuales de urbanización, gestionadas adecuadamente, pueden contribuir a un desarrollo sostenible e integral, aumentando la productividad e innovaciones en cada región.
Sin embargo, también se plantean desafíos para satisfacer las necesidades de las nuevas concentraciones de población, tales como servicios públicos de calidad, una infraestructura adecuada y las demandas de empleo para toda la población económicamente activa en los centros urbanos.
La construcción de ciudades sostenibles para las próximas generaciones requiere de coordinación en todos los ámbitos de desarrollo social, económico y cultural para que se aseguren oportunidades de educación, empleo y progreso a toda la población urbana, así como fomentar una mejora en la calidad de vida de las personas que residen en áreas rurales, así la migración será una opción y no una obligación para su desarrollo.