En esta oportunidad damos a conocer el artículo “Datos de la vida sexual de los jóvenes que no quieren que sepas”, el cual resume los hallazgos de diferentes investigaciones en el tema del comportamiento sexual de la juventud.
En el artículo se menciona que “Robyn Fielder y Michael Carey encontraron, en su estudio de 2010 publicado en Archives of sexual behavior, que la actividad sexual casual provoca estrés en las mujeres. Y la canadiense Maryanne Fisher y sus colaboradores describieron sentimientos de culpa, arrepentimiento y displacer en las mujeres, luego de un encuentro sexual con un desconocido.” También se menciona un estudio realizado en el año 2000 por Elizabeth Paul, el cual encontró que el contacto sexual con extraños era más habitual en quienes tenían baja autoestima. El psicólogo Jesse Owen descubrió que el sexo casual discrimina por género: sólo los hombres reportaron bienestar postsexo casual.
En un estudio publicado este año en la Revista médica de Chile, Ana María Fernández y sus colaboradores de la Universidad de Santiago, encontraron que las mujeres se declararon más proclives que los hombres a salir con una sola persona. Los varones reportaron en mayor medida salidas con varias personas o no tener compromiso.
El artículo también menciona la relación entre consumo de alcohol y drogas con las relaciones sexuales casuales y la situación de riesgo en que se ponen los jóvenes en cuanto a la transmisión de enfermedades, sobre todo VIH.
Resultados como los anteriores evidencian la importancia de brindar una adecuada educación de la afectividad: no puede desligarse el acto sexual del amor. Es importante que los padres sepan dar esta educación a sus hijos y para ello el Estado y los establecimientos educativos deben apoyarlos brindándoles el apoyo necesario para que sean ellos quienes transmitan, en primer lugar, esta educación a sus hijos. El rol del Estado y los centros de estudio es complementario.
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