A principios del mes de junio se publicó un nuevo estudio en el Journal Depression Research and Treatment, el cual brinda evidencia al hecho de que sí existe diferencia en los niños que son criados en hogares dirigidos por parejas homosexuales en comparación con aquellos que crecen en una familia dirigida por una pareja hombre-mujer.
Uno de los aspectos más atractivos de este nuevo estudio es que el mismo es longitudinal, lo cual implica que se evalúa a las mismas personas durante un período largo de tiempo. Los datos del estudio se obtienen del National Longitudinal Study of Adolescent Health y es de gran utilidad porque muchos problemas o condiciones solo se evidencian a lo largo del tiempo, cuando se analizan tendencias.
El autor del estudio, el Profesor Paul Sullins, encontró, entre otros, los siguientes resultados:
- Durante la adolescencia, aquellos que crecieron en hogares de parejas homosexuales, reportaron una leve menor depresión (una diferencia marginal de hecho) que aquellos que crecieron en hogares de parejas heterosexuales. Sin embargo, cuando los encuestados llegaron a ser jóvenes adultos (entre los 24 y 32 años) sus experiencias se habían revertido por completo: más de la mitad de los jóvenes adultos de padres del mismo sexo tenían depresión en curso, con un aumento de 33 puntos porcentuales (del 18% al 51% del total). Mientras tanto, la depresión entre los jóvenes adultos de padres de sexos opuestos había disminuido del 22% hasta poco menos del 20%.
- Analizando la obesidad, esto era un problema para ambos grupos. Sin embargo se volvió significativo a lo largo del tiempo, con un 31% de jóvenes adultos de parejas de familias heterosexuales sufriendo esta condición vs. un 72% de los jóvenes de parejas homosexuales.
La siguiente gráfica resume algunos de los hallazgos:
Es un hecho que el crecer en una familia de mamá y papá no es siempre armonioso por definición, sin embargo, está comprobado que es el mejor ambiente para el desarrollo físico, social y psicológico del niño. Tanto el padre como la madre que aman a sus hijos y les dan un hogar estable aportan aspectos únicos en la crianza del hijo.