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Educación en Guatemala al cierre de 2024: desafíos y oportunidades

Hablar de educación en Guatemala no se trata solamente de citar números, es hablar del futuro de millones de niños, adolescentes y jóvenes que todos los días se enfrentan a desafíos dentro y fuera del aula. ¿Cuántos logran terminar la escuela? ¿Qué nivel educativo alcanza la mayoría? ¿Cómo estamos cerrando el 2024 en términos reales? En este blog te lo contamos con datos reales, explicaciones claras y propuestas concretas. Porque entender cómo estamos es clave para imaginar hacia dónde podemos ir —y qué podemos hacer para cambiar la historia.

Matrícula escolar

Durante el ciclo escolar 2024, la matrícula en el sector público alcanzó los 3,201,876 estudiantes, distribuidos en 36,126 centros educativos a nivel nacional. La mayoría de los inscritos cursaron la primaria, con 2,131,115 alumnos, seguida por la preprimaria con 579,950 niños. En el nivel básico se registraron 337,055 adolescentes, mientras que el diversificado contabilizó 83,064 estudiantes.

Gráfica propia de FADEP, elaborada con base en los datos de Prensa Latina.

Tasa neta de escolaridad

Según el INE, la tasa neta de escolaridad (TNE) en 2022 se ubicaba en 66%. Por nivel educativo, fue de 95% en primaria y 24% en el nivel medio, especialmente en diversificado. A nivel departamental, el departamento de Guatemala presentó los índices más altos, mientras que Huehuetenango, Quiché, Totonicapán y Alta Verapaz mostraron los más bajos.

Pruebas de graduandos

En 2024, el Ministerio de Educación evaluó a 146,833 graduandos en Matemáticas y Lectura. En Matemáticas, solo el 12.9% obtuvo un desempeño entre satisfactorio y excelente. En Lectura, el 35.53% alcanzó un nivel de logro satisfactorio. Aunque estos resultados reflejan una mejora respecto a años anteriores, todavía no se alcanzan los niveles observados antes de la pandemia.

Gráfica propia de FADEP, elaborada con base en los datos de Prensa Libre.

Desempeño por departamento

En Matemáticas, los mejores resultados se observaron en San Marcos (23%) y Chimaltenango (22%). Por el contrario, Jutiapa (4%), Zacapa y Santa Rosa (5% ambos) registraron los niveles más bajos. En Lectura, los departamentos con mayor porcentaje de estudiantes con logros satisfactorios fueron Sacatepéquez, Chimaltenango y Guatemala, con resultados superiores al 40%, mientras que Jutiapa, Santa Rosa, Izabal, Retalhuleu y Zacapa se ubicaron por debajo del 25%.

Transición al nivel universitario

De los 156,638 estudiantes que se graduaron del nivel diversificado en 2024, solo una parte logró acceder a la educación superior. Datos de la UNESCO citados por medios locales indican que únicamente el 2.6% de la población entre 18 y 26 años inicia estudios universitarios en Guatemala. Aún menos personas logran continuar más allá de los dos primeros años de carrera.

Barreras económicas y de acceso

La educación superior en el país no es accesible para toda la población. La Universidad de San Carlos de Guatemala, la única estatal, cuenta con una oferta de aproximadamente 700 carreras, pero su cobertura es limitada en comparación con la demanda. Por su parte, las universidades privadas representan un costo que muchas familias no pueden asumir.

Desafíos post-diversificado

Los jóvenes que se gradúan del nivel diversificado enfrentan un mercado laboral con limitadas oportunidades. Muchos terminan en trabajos informales, emprenden por cuenta propia o buscan oportunidades fuera del país. Las cifras muestran una desvinculación entre la formación educativa y las necesidades del mercado laboral actual.

En Guatemala, alrededor de 4,567,000 personas se dedican al emprendimiento, lo que representa el 45.6% de la población entre 18 y 64 años. Sin embargo, la mayoría de estos emprendimientos no supera los tres años de existencia, lo que refleja la fragilidad del ecosistema emprendedor joven en el país.

Infraestructura educativa: avances y retos

En cuanto al remozamiento de escuelas, hasta el primer trimestre de 2024, se han remozado más de 8,000 establecimientos educativos, y se espera alcanzar los 10,000 al cierre del año. Las mejoras incluyen trabajos en techos, sanitarios, pisos, puertas, ventanas y sistemas eléctricos.

Conclusión y recomendaciones

A pesar de los esfuerzos, persisten deficiencias estructurales importantes: el 58% de las escuelas tiene baños en mal estado, el 40% presenta daños en sus techos, el 60% no cuenta con acceso a agua potable por grifo y el 24% carece de electricidad.

El sistema educativo guatemalteco al cierre del 2024 ha logrado avances importantes en cobertura y remozamiento de infraestructura, pero persisten grandes desafíos en calidad, acceso a niveles superiores y preparación para la vida laboral. Frente a este panorama, es urgente:

  • Fortalecer la calidad educativa desde la primaria, actualizando el currículo y reforzando la formación docente.
  • Promover políticas de becas y financiamiento para ampliar el acceso a la educación superior.
  • Acelerar el remozamiento y equipamiento de escuelas, priorizando servicios básicos como agua y electricidad.
  • Establecer alianzas público-privadas para mejorar la empleabilidad y crear rutas técnicas vinculadas al mercado laboral.

Invertir en educación sigue siendo una de las mejores decisiones que puede tomar Guatemala para construir un futuro con más oportunidades.