Durante 2021 se publicó el estudio More Work, Fewer Babies; una publicación del Social Trends Institute y el Institute for Family Studies. El objetivo del documento es presentar información que aporte a las teorías existentes respecto a la baja fecundidad. Algunas de las reflexiones que arroja se relacionan con el surgimiento de conjuntos de valores y cursos de vida que “giran alrededor del trabajo”, poniendo sobre la mesa que lograr el equilibrio entre la familia y el trabajo no se trata exclusivamente de que las normas laborales se ajusten a las aspiraciones individuales, sino que también puede significar que muchas personas encuentran su equilibrio en optar por más trabajo y menos familia. Lo que deriva en la idea de que la priorización que las personas le asignan a la familia sobre el trabajo, y viceversa, influye directamente en la fecundidad.
El estudio utiliza datos de la Encuesta Mundial de Valores/Encuesta Europea de Valores y explora la relación entre el trabajo, la familia, las actitudes de los roles de género y la fecundidad en cuatro conjuntos de diferentes datos, lo que muestra específicamente que:
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Los valores altamente centrados en el trabajo y las actitudes sociales entre hombres y mujeres están
fuertemente asociados con tasas de natalidad más bajas en los países ricos. -
La disminución de las tasas de natalidad durante la última década en muchos países de altos ingresos, incluidos algunos países nórdicos, puede explicarse en parte por la creciente importancia que las personas asignan al trabajo como fuente de valor y significado en la vida.
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Las políticas gubernamentales que intentan aumentar la fecundidad brindando más beneficios dirigidos a los trabajadores, como el cuidado infantil universal o los programas de licencia por paternidad, pueden socavar sus esfuerzos, ya que fortalecen un guión de vida “obrero” o “enfoque en el trabajo” en lugar de uno con “enfoque en la familia”.
Según un artículo de Acton respecto a la publicación, Derek Thompson, de The Atlantic, exploró recientemente la tendencia del “trabajoísmo” entendido como “una especie de religión, que promete identidad, trascendencia y comunidad”. “Todo el mundo adora algo”, argumenta, y “el trabajoismo se encuentra entre las más potentes de las nuevas religiones que compiten por congregantes”.
Según un artículo de la European Large Families Confederation, la fuerte relación entre las actitudes laborales y los resultados de fecundidad es un hallazgo importante para los países con baja fecundidad. Para los gobiernos, pone de manifiesto la dificultad de intentar aumentar la fecundidad haciendo más compatible el trabajo con la familia. En la medida en que la política familiar ayude a fomentar más tiempo en el trabajo, las políticas destinadas a lograr el “equilibrio entre el trabajo y la vida personal” pueden estar condenadas al fracaso. Las reformas que reducen sustancialmente la carga del mercado de trabajo sobre las familias tienen más probabilidades de generar beneficios a largo plazo.
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Fuente:
More work, fewer babies: What Does Workism Have to Do with Falling Fertility?
‘More Work, Fewer Babies’: The future of family in an age of ‘workism’