El matrimonio es el factor más importante para la determinación de la riqueza de los hogares en Guatemala. Esta es la conclusión a la que llega Sophia Aguirre en el estudio Determinantes del crecimiento económico, población y familia: el caso de Guatemala. En la página 58 de este estudio la autora sostiene que
La estructura matrimonial de la pareja, el nivel de educación, la ocupación, la etnia, las remesas, la ubicación y los ingresos son todos factores importantes para determinar la riqueza del hogar, particularmente las propiedades del hogar. En promedio, el matrimonio constituye la característica observable más fuerte en la determinación de la riqueza en Guatemala (incrementa la riqueza en 29%). Vivir en áreas urbanas y no rurales incrementa la riqueza en promedio en 26%. El tercer impacto más importante en la riqueza de un hogar proviene de las remesas, que la incrementan en 25%, seguido del sexo (donde los hogares encabezados por mujeres tienen un 19% menos de riqueza). Otras características observables que incrementan la riqueza incluyen un nivel de educación más elevado (que incrementa la riqueza en 7.5%), el número de hijos (un hijo adicional mejora la riqueza en 6.8%), la edad del jefe del hogar (la incrementa en 6.1% a una tasa creciente del 0.03%), y el tipo de ocupación (una ocupación que exige mayor destreza incrementa la riqueza en 2.4%; mientras más alto el nivel de educación, más baja la destreza necesaria). El ingreso (medido en este estudio como el NBI) es también un factor importante, pero dada la limitación de datos, el significado del porcentaje exacto es más difícil de determinar. Sin embargo, tiene un impacto positivo en la riqueza porque mientras más bajo es el NBI, más alto es el nivel de riqueza y viceversa. En promedio, el beneficio del matrimonio en la riqueza y el ingreso es mayor para los indígenas que para los ladinos. Entre los ladinos, el matrimonio incrementa la riqueza en 24% mientras que entre los indígenas el beneficio es 28%.