La crítica a las grandes empresas capitalistas se fundamenta en la idea que para que alguien genere riqueza, alguien más debe sufrir y terminar en pobreza. Se evidencia lo contrario en la empresa Cementos Progreso de Guatemala. En el XXXV Congreso Universitario Centroamericano se creó un espacio para conocer la importancia del trabajo en el individuo y en el país. El conferencista José Raúl González-Merlo, CEO de Cementos Progreso, abordó la temática sobre el poder transformador de la empresa y sus trabajadores.
José Raúl explicó como en la empresa “construyen juntos el país donde quieren vivir” y como él hace todo su esfuerzo para no tomar atajos, o en sus propias palabras, “no hay atajos al desarrollo”. En su conferencia expuso una serie de ideas para demostrar el valor de una empresa capitalista. Comenzó explicando como se benefician los trabajadores, y como el trabajo le abre las puertas a las futuras generaciones. Indicó como la situación de Guatemala se debe tratar muy específicamente porque los indicadores que muestran el desarrollo (por ejemplo el PIB) están sesgados por las diferencias socioeconómicas del país. El PIB está constituido por un grupo que colabora al incremento y otro grupo que no tiene la capacidad de aportar, y termina generando más gasto que inversión. Esto genera un PIB que no es representativo a la situación actual. Básicamente están los pies en el horno y la cabeza en el congelador; el promedio es tibio.
En el caso de Cementos Progreso la magnitud del reto de generar desarrollo se basa en la siguiente pregunta, ¿Cómo hacemos para reproducir el sueño de nuestro fundador? La respuesta debe incluir: lealtad al mercado original, cuidado a los colaboradores, inversión en el capital humano y la búsqueda de resultados diferentes a través de procedimientos diferentes. La empresa se dio cuenta que la ayuda internacional no aumenta el desarrollo, y que los avances deben ser endógenos; Comenzando por la creación de riqueza a través de ciudadanía, después identificando y cuidando lo que genera valor (como el capital humano), y finalmente actuando sin tener miedo al fracaso.
En el caso de la empresa en cuestión, considero que se puede afirmar que una empresa capitalista -que tiene como fin primordial generar desarrollo- será una empresa que hace bien y trabaja a favor del bien común. Es evidente que para generar riqueza es necesaria una inversión inicial con un costo elevado; Los seres humanos valoramos y cuidamos más el resultado de nuestro propio trabajo, que una donación. Por tanto es importante comunicar la verdad detrás de las empresas que están creando buenos resultados en Guatemala, y apoyarles. Aprender de ellas brindará crecimiento y desarrollo, como individuos y como sociedad.