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¿En qué se equivocó Malthus?

La Organización de Naciones Unidas comenzó a recopilar datos globales en 1960; desde entonces, han cambiado drásticamente la tendencias demográficas mundiales. Por ejemplo, hace 60 años la esperanza de vida promedio era de 52.5 años, hoy en día, la misma es de 72 años; la tasa de fertilidad mundial en 1960 según datos del Banco Mundial,  era de 4.98 hijos por mujer en edad fértil, actualmente, la cifra se ha reducido a la mitad, específicamente a 2.42 en el 2018.

¿Qué nos dicen los datos demográficos actuales comparándolos con los de unas décadas atrás?

La prolongación de la esperanza de vida, demuestra el positivo desarrollo de la medicina que ha contribuido a mejorar la calidad y la cantidad de años de vida de una persona. Sin embargo, este factor, relacionado con la drástica disminución en la tenencia de hijos en las mujeres en todas las regiones del mundo, ha ocasionado el envejecimiento progresivo de la población mundial. En otras palabras, las tendencias poblacionales naturalmente, deberían seguir un ciclo, en el cual, una generación pueda ser reemplazada por las siguientes.  Sin embargo,  este ya no es el caso, ya que cada vez nace menos población que pueda sustituir a las anteriores; así la población mayor se ha acrecentado en mayor proporción que la población joven.

El mapa diseñado por Visual Capitalist utiliza datos del Banco Mundial para mostrar los países con mayor proporción de población mayor y jóvenes. El mapa revela la heterogeneidad en el proceso de envejecimiento poblacional en las diferentes regiones del mundo, por ejemplo: Cerca de la mitad de la población de Nigeria, el país con la mayor proporción de población joven en el mundo, es menor de 15 años. Al contrario, la población mayor de 65 años representa el 28% del total poblacional de Japón. La región africana reúne a los 10 países con poblaciones mas jóvenes en el mundo como Mali, Somalia, Uganda, etc. mientras que en países europeos como Italia, Portugal y Finlandia, la población mayor representa ya más del 20% de su población total.

¿Qué representa una población envejecida para el desarrollo de un país?

La errónea noción de un crecimiento desmedido de la población mundial originada por Thomas Malthus en su Ensayo sobre el Principio de la Población (1798), ha motivado la implementación de políticas públicas de control de natalidad, la más conocida es la Política de Hijo Único establecida en China en 1979, mediante la cual se buscaba reducir los nacimientos en el país asiático. Sin embargo, esta medida fue revocada en el 2015, sustituyéndola por medidas para incentivar la tenencia de hijos en las parejas del país y consecuentemente, desacelerar el proceso de envejecimiento de su población.

Los mecanismos de manipulación de la natalidad, han demostrado producir consecuencias negativas en la demografía al obstaculizar su desarrollo natural.

La Teoría de la Sobrepoblación ha sido refutada en diferentes ocasiones debido al drástico e imprevisto giro en las tendencias demográficas mundiales que nos ubican en un contexto de decrecimiento y envejecimiento poblacional relacionado a la reducción mundial de los nacimientos. Sin embargo, los argumentos planteados por Malthus hace más de dos siglos, han repercutido en la cultura actual aunque la población mundial no siguió la trayectoria de crecimiento desmedido hasta escasear los recursos necesarios para la subsistencia de la misma como el autor lo planteaba. Una evidente secuela del “Mito de la Sobrepoblación” es la decisión, más recurrente en las generaciones jóvenes, de formar familias con menos miembros o de no tener hijos en absoluto porque “El mundo ya se encuentra sobrepoblado”. Entre muchos otros, ese factor cultural ha contribuido a la reducción progresiva de los índices de natalidad en el mundo.

Una población joven representa una fuerza laboral sostenible y, consecuentemente, un desarrollo económico óptimo.

¿Qué representa una población envejecida? 

Japón vive una “Crisis de natalidad” por la acelerada reducción en su tasa de fertilidad, la cual, es actualmente de 1.42 hijos por mujer en edad fértil, según datos del Banco Mundial. La escasez de nacimientos en el país asiático, ha derivado en un agravamiento del envejecimiento de la población japonesa, cuyas proyecciones para las próximas décadas tampoco son positivas: se espera que en el 2050 más del 35% de su población total, sea mayor de 65 años.

Sin embargo, Japón no es un caso único, el proceso de envejecimiento poblacional en España se encuentra ya tan avanzado que para el 2050, según datos de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico, el país europeo tendrá 76 jubilados por cada 100 personas laboralmente activas; a nivel mundial, para el mismo año, la Organización de Naciones Unidas estima que 1 de cada 6 personas será mayor de 65 años.

Las poblaciones con una creciente proporción de población mayor se enfrentan a desafíos en sus sistemas económicos y laborales a corto y mediano plazo, relacionados a la insostenibilidad de su fuerza laboral; es decir, la reducción de su población económicamente activa significa que en unos años no contarán con suficiente fuerza de trabajo para mantener su productividad. La insostenibilidad de los sistemas de pensiones también serán un reto, ya que, según las estimaciones mencionadas, en un mediano plazo, habrá más población económicamente dependiente (jubilada) que económicamente activa, siendo la última insuficiente para sostener la carga carga fiscal en aumento.

¿Qué podemos esperar?

  1. Menos nacimientos, relacionado con el mayor acceso a métodos anticonceptivos, la priorización del desarrollo profesional sobre la vida familiar y el retraso de la maternidad en las mujeres, por lo cual tienen una menor cantidad de hijos o no los tienen en absoluto.
  2. Más población mayor, prolongándose más la esperanza de vida en relación con los avances medicinales.
  3. Retos demográficos, como el mantenimiento de la fuerza laboral, el sostenimiento de la población económicamente dependiente, etc.

Las teorías caóticas desarrolladas por Malthus se equivocaron al omitir la posibilidad de una transformación en los patrones demográficos derivados de cambios sociales, culturales, económicos, etc. en la población mundial. Las tendencias de crecimiento poblacional se han revertido y al contrario de las problemáticas planteadas por Malthus en 1798 ahora nos enfrentamos a una despoblación y carencia de nacimientos en todo el mundo.