Recientemente el Banco Federal de Alemania (Bundesbank) publicó un informe en el que afirmaba que para compensar el declive demográfico y sostener el crecimiento económico, Alemania necesita 200,00 inmigrantes por año. Sin embargo, son pocos los trabajadores de Europa oriental que se han se trasladado a Alemania desde que su mercado laboral fue abierto a ex estados comunistas de la Unión Europea hace casi un año, dijo recientemente un funcionario alemán.
Alemania posee una de las tasas de fecundidad más bajas del mundo y es por ello que la demografía le está pasando la factura al estar afectando su economía y potencial de crecimiento. Se estima que el grupo de personas de 65 años y más, que actualmente es del 20%, alcanzará el 34% en el 2060.
Así pues, en un informe mensual se afirma que el país necesita principalmente ingenieros, informáticos o enfermeras. Llama la atención el hecho de que en varios países el desempleo es altísimo mientras que en Alemania se busca a personas para llenar vacíos laborales, claro está, con la adecuada preparación y capacidad para desempeñarse en aquel país.
Una vez más queda evidenciado que con la demografía no se puede jugar y que en la medida que el tamaño de las familias disminuye se puede llegar a niveles drásticamente bajos de nacimiento que posteriormente conllevan al envejecimiento poblacional y a la consecuente incapacidad de crecer económicamente.