
El documento expone las principales conclusiones del informe acerca de las licencias de maternidad, paternidad y parental, la protección de la salud en el trabajo, la protección del empleo y la no discriminación, y las disposiciones en torno a la lactancia y el cuidado infantil.
En comparación con 1994, hay más países que conceden licencias de maternidad y de paternidad más prolongadas, y que dejan de exigir la financiación al empleador; que brindan más protección contra los peligros y la discriminación durante la maternidad, y que ofrecen más ayuda para la lactancia en el lugar de trabajo. Sin embargo, una amplia mayoría de las trabajadoras sigue sin contar con protección y sin gozar de una licencia de maternidad suficientemente remunerada. Las que más ventajas tienen en este sentido son las mujeres de las Economías Desarrolladas, en especial las que tienen un empleo formal y típico; las menos beneficiadas, son las de África y Asia. La licencia parental y de paternidad remuneradas, y las instalaciones adecuadas para la lactancia y el cuidado infantil no están a disposición o al alcance de la mayoría de los hombres y las mujeres, o son inadecuados.
Se insta a los gobiernos a dar prioridad a la creación y aplicación de marcos normativos incluyentes, que proponen políticas exhaustivas de conciliación de la vida laboral y familiar, con suficiente espacio fiscal. Ello supone promover el diálogo social sobre la temática y la negociación colectiva para ayudar a los trabajadores de uno y otro sexo. De conformidad con los Convenios de la OIT, las organizaciones de empleadores y de trabajadores tienen una función clave que desempeñar: diseñar y aplicar medidas de protección de la maternidad y de conciliación del trabajo y la familia.
A continuación resumimos las conclusiones del informe:
1. Diseñar políticas de protección de la maternidad y de conciliación de la vida laboral y familiar, para lograr la igualdad de género sustantiva
2. Abordar la maternidad, la paternidad y el cuidado como responsabilidades colectivas.
3. Hacer de la maternidad y del trabajo de cuidado no remunerado unos componentes clave de los programas de protección social.
4. Crear una cultura favorable en el lugar de trabajo.
5. Promover la distribución equitativa de las responsabilidades familiares a lo interno de los hogares, entre hombres y mujeres.
Es alentador conocer este informe que pormueve un ambiente laboral favorable tanto para la madre como para el padre. Si desea porofundizar más en este informe, lo invitamos a hacer clic aquí.