¿Es lo mismo infertilidad a incapacidad de tener hijos?, ¿Las parejas homosexuales son iguales a los matrimonios que no pueden concebir debido a que son infertiles? estas son la preguntas a las que responde un artículo publicado en MercatorNet.
El experto Robert Reilly explica porqué hay una diferencia crucial entre la infertilidad en el matrimonio y la incapacidad de concebir de las parejas homosexuales:
“Las relaciones homosexuales son esencialmente estériles, mientras que las heterosexuales lo son solo accidentalmente”, distingue Reilly. “De hecho, propiamente hablando, no se puede llamar a las dos estériles en el mismo sentido. […] La infertilidad se debe aplicar solo a las relaciones heterosexuales de aquellos que, en el ejercicio de su capacidad sexual, han sufrido algún tipo de problema congénito o una enfermedad temporal”.
“Las cosas o las acciones que no poseen capacidad procreativa no pueden ser llamadas con propiedad infértiles, porque no tienen la posibilidad de serlo. Por eso no tiene sentido utilizar este adjetivo para una piedra. De la misma manera las relaciones homosexuales no tienen esa potencialidad”.
“Todas las parejas heterosexuales se vuelven infértiles debido a la edad: ¿significa eso que la naturaleza de sus relaciones cambie? No, el acto sexual no es menos marital o generativo en su naturaleza porque siempre descansa sobre la unión de esa pareja ‘en una sola carne’, algo que nunca se puede predicar de la unión homosexual. […] La sodomía, por su naturaleza y en todas las circunstancias, es un acto no procreativo”.
“Efectivamente el reconocimiento del matrimonio no debe descansar en la fertilidad o infertilidad de la pareja, sino en la capacidad, en la consumación del convertirse en ‘una sola carne’. Aunque solo sea por ese requisito, no se puede hablar de matrimonio homosexual”.
El fin de buscar la legalización de uniones entre parejas del mismo sexo como matrimonio es aniquilar esta instución humana. Pues si todo es matrimonio, nada lo es. El matrimonio es una institución social que ayuda al desarrollo de las comunidades, como base de la familia, primera escuela de valores de las personas. Es necesario por lo tanto no alterar su esencia y defender el mismo como la unión conyugal de los sexos, es decir, la unión entre un hombre y una mujer.
Traducción: Aceprensa