El 19.2% de la población europea, 15.3% de población estadounidense, 8% de la población en la región de Iberoamérica, es mayor de 65 años. Estos porcentajes han aumentado paulatinamente en las últimas décadas; en Iberoamérica, desde el año 2,000 tuvo un aumento de 2.5%, en Europa, 4%, y Estados Unidos, 0.3%. Al comparar el aumento en el número y proporción de personas mayores con las tasas de natalidad en declive, se evidencia que el envejecimiento poblacional es una realidad en cada región del mundo. Otro factor determinante en la demografía envejecida es el prolongamiento de la longevidad en la actualidad, es decir, el aumento de la esperanza de vida para la población.
El envejecimiento poblacional es ahora un factor determinante en la demografía mundial, siendo una de las transformaciones sociales más significativas en la actualidad social, laboral, cultural y económica en cada sociedad, ya que ha significado una renovación de los programas de jubilación, demanda de bienes y servicios, estructura familiar, interacciones intergeneracionales, etc. Sin embargo, ¿es este un cambio social positivo?
La prolongación de la vida de cada ser humano es un indicador de desarrollo en una sociedad y un aporte para las generaciones más jóvenes, por ello es que, siendo la población mayor de 65 años, el sector poblacional que ha crecido a un ritmo más rápido que los demás, es necesario adaptarse a las necesidades que generen las condiciones demográficas actuales, ya que se prevé que estas persistan. Según datos del informe Perspectivas de la Población Mundial 2019 para el año 2050, el 16% de la población mundial será mayor de 65 años, representando un crecimiento del 7% de la proporción del 2019 (9%).
De cara al futuro, el reto consiste en “garantizar que las personas de todas partes puedan envejecer con seguridad y dignidad y que puedan seguir participando en la vida social como ciudadanos de pleno derecho”.
(Naciones Unidas, División de Población, El envejecimiento de la población mundial: 1950-2050)
El impacto que el envejecimiento poblacional represente, como toda renovación social, depende de cómo se oriente en cada sector social. Idealmente, de debe buscar maximizar las ventajas que representa contar con una población mayor en crecimiento, entre ellas:
Productividad: A pesar de que se pierdan cualidades físicas con la edad, la misma representa mayor adquisición de experiencia y conocimientos valiosos para una mayor productividad
Tiempo en familia: Las personas de edad avanzada suelen contar con mayor tiempo de ocio, por lo que tienen mayor oportunidad de compartir en familia y crear fuertes vínculos afectivos con los demás miembros de la familia
Apoyo económico: Se ha comprobado que las personas mayores tienden a ahorrar una parte de sus ingresos para financiar su jubilación y ayudar económicamente a sus hijos o nietos
Convivencia intergeneracional: El fomento del intercambio de valores entre todas las generaciones crea una sociedad con valores tradicionales y al mismo tiempo, jovial, y sobre todo, armoniosa
Así mismo, el envejecimiento poblacional representa desafíos que deben afrontarse como sociedad; por ejemplo, modificación del sistema de jubilación para que el mismo sea sostenible incluso con un mayor número de personas retiradas, mejoría en la calidad y acceso a los centros de salud y de atención para personas mayores, inclusión de personas mayores en el sistema laboral y compensación de la reducción de la población en edad de trabajar, etc. además de fomentar en la sociedad el crecimiento de las tasas de natalidad, ya que, es necesaria una población joven que sostenga las cargas de dependencia de la vejez y elevar las tasas de crecimiento económico.
Respondiendo a la pregunta: ¿Es el envejecimiento poblacional negativo?; podemos asegurar que es una realidad contemporánea que debe ser afrontada desde el sector público, el sector privado, en cada familia, y como sociedad. Las consecuencias que represente serán negativas o positivas según la calidad de las medidas que se tomen al respecto. Hace 60 años, el promedio de esperanza de vida a nivel mundial era de 55.7 años, hoy es de casi 75 años. Los factores cambiantes en la sociedad, en este caso, el crecimiento de la población mayor, debe incentivar la creación de un contexto mundial que beneficie tanto a sus ciudadanos más longevos, como a la sociedad en general.