Una de las tendencias sociales que afecta la insitución familiar hoy en día, es que los jóvenes deciden casarse cada vez más tarde y los matrimonios cada vez duran menos tiempo. El 31 de agosto, el periodico español, el diario Vasco publicó una noticia sobre el divorcio y la familia en la sociedad española. Los jóvenes españoles hoy en día se están casando alrededor de los 34 años en el caso de los hombres y 32 en el caso de las mujeres. El momento crítico para un matrimonio sigue siendo entre los seis y los diez años. La mayor parte de las rupturas se dan en ese período, lo que explica que buena parte de los recién divorciados sean personas en torno a los cuarenta años y que a esa edad muchos emprendan una nueva relación en busca de una segunda oportunidad. Sin embrgo, lo que llama la atención es el aumento de los divorcios en los primeros años de matrimonio.
En 2012, casi un 7% de los divorcios estaban protagonizados por parejas con dos o menos años de matrimonio. En 1998, cuando se hizo por primera vez una estadística detallada de este fenómeno demográfico, eran menos del 2.5%. Conviene aclarar que entonces no era posible divorciarse antes de cumplirse el primer año de matrimonio. Fue a raíz de la reforma de la ley en 2005, “ley del divorcio exprés”, que una pareja puede solicitar en el juzgado la ruptura de su vínculo cuando lo desee, sin esperar a que transcurra plazo alguno.
El divorcio, por dónde se quiera ver, es una situación que afecta a las familias y es necesario buscar la raíz del porblema para poder buscar las soluciones. El hecho que los matrimonio de hoy en día sean más inestables se debe en gran medida a la aceptación completa del divorcio por parte de la sociedad. Antes no se pensabba igual y un matrimonio cuando enfrentaba porblemas buscaba como solucionar los mismos antes de acudir al rompimiento. Con las reformas legales y las facilidades que hoy se otorgan para divorcioarse, las parejas ante un menor problema deciden romper su relación. Según resalta María Silvestre, socióloga y profesora en la Universidad de Deusto, el fenómeno está relacionado «con las expectativas de respeto en una relación y con la autonomía de cada una de las partes». A su juicio, la aceptación completa del divorcio en la sociedad española y la mayor independencia económica de la mujer explican tanto el aumento del número de rupturas como el hecho de que se produzcan antes.
A las razones sociales se suman otras de ámbito más personal. Leire Iriarte, doctora en Psicología, profesora en la Universidad de Deusto y psicoterapeuta en Psicología y Psiquiatría Barraincua, afirma que en un mundo donde lo individual prima sobre cualquier otra cosa, también las relaciones amorosas son menos profundas y con un compromiso menor: «Predomina una tendencia cada vez mayor a la recompensa inmediata, a la estimulación continua», dice Iriarte.
En FADEP estamos convencidos que el divorcio no es lo mejor para lo sociedad y por lo tanto debe promoverse el matrimonio como algo que es “para toda la vida”, de manera que los jóvenes que decidan casarse puedan tener una relación exitosa y duradera: es necesario que los jóvenes aprendan a comprometerse, a entregarse, que entiendan la importancia de la confianza y la comunicación y que entiendan verdaderamente el sentido del matrimonio y la familia.