Si algo ha revolucionado el estilo de vida en la actualidad es la alta penetración de los smartphones. Cuando inicialmente se inició el uso del teléfono celular, la tenencia del mismo era algo exclusivo y reservado a cierto estrato social. Hoy en día, los mismos están al alcance de casi cualquier persona y, no solo como un dispositivo para hacer llamadas, sino como un dispositivo inteligente que permite a los usuarios conectarse a redes sociales, pedir comida, comprar artículos, realizar transferencias bancarias o escuchar música entre otros usos. Ya en el 2016 se reportaba que habían registrados más de 16 millones de teléfonos móviles en la Superintendencia de Telecomunicaciones de Guatemala y que eso representaba el 85% de los teléfonos activos en el país.
Tan común se ha vuelto su uso que incluso desde muy temprana edad los niños empiezan a tener un smartphone. La pregunta siempre es, ¿a qué edad es conveniente que un joven tenga ya un smartphone? Con este artículo no pretendemos responder esa pregunta cuya respuesta al final depende de muchos factores; simplemente pretendemos ilustrar una realidad que los padres y educadores deben tomar en cuenta.
Presentamos un estudio descriptivo realizado en España entre niños de 11 y 12 años que muestra que los niños cada vez inician con el uso de smartphones a una menor edad y cada vez pasan más tiempo conectados. “La exposición de las nuevas generaciones al uso de la tecnología no es, como evidencian los estudios, una cuestión de predisposición generacional sino de exposición ineludible que impone a estas generaciones un uso tecnológico temprano, continuo y casi inevitable.” Destaca que el uso de redes sociales es un área donde los niños aprenden de una forma prácticamente autodidacta y el riesgo está en que muchas veces carecen del criterio necesario para utilizarlas adecuadamente. El estudio se centra en el uso de cuatro redes sociales en población infantil: YouTube, Snapchat, Instagram y Musicaly; y la influencia que las mismas tienen en el estilo de vida de los jóvenes; influencia que ocurre de una “manera tácita”, inculcando valores o tendencias a seguir que imponen modos de vida, de vestimenta, comportamiento, etc. Es importante que padres y educadores conozcan estas realidades para “proteger a niños y niñas en edades altamente influenciables y carentes del pensamiento crítico necesario para actuar ante las malas prácticas y abusos.
Consulte el estudio completo haciendo click aquí.