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¿Eutanasia en Guatemala?

El 12 de noviembre del 2019 se presentó ante el Congreso de Guatemala la iniciativa  que dispone aprobar la “Ley Reguladora del Procedimiento para una Muerte Digna por Enfermedad Terminal o Grave Lesión Corporal”.  En menos palabras “Ley de la Eutanasia”… pero sí, la palabra “Eutanasia” es fuerte y por eso prefieren llamarle “Muerte Digna”.  Vale la pena aclarar que TODA vida es digna, no importa si posee una incapacidad, o una enfermedad grave, pues la dignidad procede de la condición de ser persona.

Al leer la iniciativa y plantearse el tema del “derecho” de solicitar la propia muerte saltan dudas relacionadas con la libertad individual y el poder propio de decisión, pues si una persona con una gran enfermedad y grandes sufrimientos decide que ya no quiere vivir… ¿Quienes son los demás para decirle que viva?

Lo que las personas que solicitan la eutanasia (o suicidio asistido) quieren es sentirse acompañadas, queridas, escuchadas y morir sin sufrimiento,  y esa posibilidad existe con los avances de los Cuidados Paliativos. Si se le concede la muerte y el cumplimiento de su deseo, se le está diciendo indirectamente: ¡Lo sentimos, nada más podemos hacer por ti!. “Sería más efectiva, en pro del beneficio de muchos enfermos, una estrategia política y social que ponga todos los esfuerzos y medios posibles (económicos, sociales, profesionales sanitarios…) para extender de forma universal unos Cuidados Paliativos de calidad, que atiendan todas las necesidades de los enfermos.”  Porque lo que no deberíamos permitir es que hayan tantos guatemaltecos que mueran en situaciones deplorables debido a la mala atención al final de la vida porque no existen los adecuados Cuidados Paliativos. La realidad es que la propuesta de ley no responde a una real demanda social y el derecho por el cual tenemos que luchar es el de todas las personas a tener los Cuidados Paliativos que necesiten, y eso les dará una muerte verdaderamente “digna” porque se sentirán apreciados hasta el último momento.

El artículo “Aspectos Sociales de la Eutanasia”, presenta un muy buen resumen de cómo la eutanasia no puede analizarse solo  desde el punto de vista individual de la persona que muere como si fuera un “derecho” solicitar a otro que lo mate. Aquí algunas ideas:

  • “No se puede dar muerte a otra persona porque haya perdido la salud física, ni por nada, aunque te lo pida, porque, de lo contrario, sería matar, que es lo mismo que decir implícitamente que la vida humana merece la pena vivirse si se da una serie de condiciones.”
  • “Si se aceptara y legalizara la eutanasia, la naturaleza misma de la medicina y la propia identidad del médico sufrirían una profunda transformación. La relación médico-paciente basada en la confianza quedaría rota.  Un médico nunca debe dar muerte al enfermo pues los conceptos profesión médica y eutanasia son antónimos.” (acceda aquí a la Declaración de la Asociación Médica Mundial sobre Eutanasia y Suicidio Asistido)
  • “Si se refrendara la eutanasia se fomentaría a que el ser humano no fuese valorado por su ser, sino por su capacidad de producir.”  Llegaría a ocasionar que todos los débiles, enfermos o discapacitados fueran creyendo que son una carga y que no vale la pena vivir. Padecerían una enorme inseguridad y presión, y, por ello, podrían sentirse inducidos a pedir su desaparición
  • Todas las vidas humanas merecen la pena vivirse, por muy enfermos y deteriorados que estén sus cuerpos. Admitir lo contrario es entrar en una espiral donde la dignidad del ser humano se convertiría en objeto de ponderación respecto de otro valor, que, en un hipotético conflicto, podría ser pospuesto por otro.
  • “El ser humano por ser tal debe cuidar del otro y la sociedad tiene que preocuparse, especialmente, por el cuidado de los enfermos, ancianos y discapacitados. Eso es lo que hace que nosotros y la sociedad seamos verdaderamente humanos. Por tanto, el tema de la eutanasia nos sumerge en una ética de la responsabilidad colectiva, del cuidado esencial para con los demás. El cuidado del otro, tratado y concebido como un ser humano, hace que se crezca en humanidad.”
  • La sociedad garantiza proteger al individuo incluso frente a sí mismo, cuando pretenda vulnerar sus propios derechos humanos. Por eso, puede entenderse que la exigencia de tratar a las personas respetando su dignidad, podrá significar, en ocasiones, limitar sus decisiones que vayan en contra de su dignidad, aunque se lleven a cabo de manera autónoma.

Por otra parte, si se admitiese la eutanasia se caería en lo que se ha denominado pendiente resbaladiza o resbalosa (abrir un camino que es difícil de parar). En general, en los países europeos donde se ha producido la despenalización o legalización de la eutanasia se ha producido un fenómeno de “pendiente resbaladiza” o deslizamiento, es decir, se comienza con una legislación muy restrictiva a pacientes terminales de enfermedades muy graves y con sufrimiento físico importante y luego se va aceptado progresivamente una interpretación más laxa, donde se considera el sufrimiento psicológico, entran también las enfermedades incapacitantes no terminales, e incluso los médicos toman decisiones de llevar a cabo la eutanasia sin contar con la voluntad de los pacientes e incluso en contra. Por ejemplo, existen abundantes informes y noticias sobre la ampliación de la eutanasia en Holanda y en Bélgica en los que queda patente la perdida de valoración social del enfermo

Con todo esto, se puede afirmar que una propuesta de ley que busca legalizar la eutanasia no es lo que el país necesita y llegaría incluso a desviar recursos de donde si se necesitan.  Porque, aprobar la ley en Guatemala ¿Implicaría agregar la práctica del suicidio asistido y de la eutanasia  como una prestación más en la cartera de servicios comunes del Sistema Nacional de Salud?

“Aceptar la eutanasia sería apostar inconscientemente por el fracaso de la sociedad.” Una sociedad que acepta acabar con la vida de algunas personas,  se inflige a sí misma la ofensa que supone considerar indigna la vida de algunas personas enfermas o intensamente disminuidas.  “Los Cuidados Paliativos son la respuesta médica a morir con dignidad en un contexto humanizado ante el final de la vida de un ser humano y, por ende, la eutanasia se convierte en mera competidora de los mismos.”

Para ampliar la información consulte las publicaciones “Aspectos Sociales de la Eutanasia”  o “El Valor y Dignidad de la Vida Terminal” en nuestro Centro de Documentación