Un informe reciente elaborado por UBS predice en los próximos años una economía basada en un menor crecimiento y con sectores al alza, como la medicina o el entretenimiento. Paul Winter, autor del estudio, nos da tres claves: en primer lugar, hay que tener en cuenta que las generaciones del ‘baby boom’ empezarán a jubilarse en la próxima década, un ‘peso’ a nivel de pensiones que se verá incrementado por los otros dos factores, el aumento de la longevidad y el declive de la fertilidad.

El cambio de modelo demográfico invita a pensar en una época de menor crecimiento debido a un mayor conservadurismo en inversiones. A partir de los 60 años,  las personas mayores pasan de tener acciones a encontrarse con plazos fijos, por un lado los propietarios de casa se vuelven más conservadores en sus inversiones según envejecen. Este hecho influye en las inversiones.  Por otra parte la edad de jubiliación dará lugar a cambios en la políticas de los paises, y podrían aumentarse como en el caso de España

En definitiva, desde el banco no se espera un hundimiento de la economía debido a un cataclismo demográfico. De esta manera, se descarta una grave crisis como la que sufrió Japón en los 90. El cambio se producirá por lo tanto en un cambio de modelo económico, con una nueva perspectiva a la hora de invertir y con unos sectores emergentes que se verán favorecidos por la evolución de sus mayores clientes. Aunque en estos próximos años, no hay que temer por una recesión total, en este próximo futuro empezaremos a enfrentar un crecimiento económico lento que para los siguientes años puede afectar más gravemente.

De esta manera los cambios demográficos, como aumento de la edad promedio y disminución de la natalidad,  influyen en el mercado y la economía pues los gastos de consumo varían según las necesidades de los consumidores.  El relevo generacional es necesario para mantener la población y la economía activa pues si la población empieza a decrecer el crecimiento económico disminuirá.