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¿Existe un antes y un después de la maternidad?

Toda sociedad se encuentra en constante transformación, las tendencias cambian, se crean nuevos hábitos y costumbres, cada generación reinventa el entorno, surgen innovaciones tecnológicas, educativas, sociales, etc. sin embargo, la preeminencia de la familia y de la figura materna en cada hogar es una constante.

La maternidad involucra un sinfín de aspectos, que aún con el tiempo, son inalterables, como el imprescindible cariño de una madre en el desarrollo afectivo de sus hijos, la significación para los niños de contar con su ejemplo y la relevancia de sus enseñanzas en valores y principios desde el comienzo de su vida.

No obstante; la inclusión de las mujeres en el sistema laboral, una participación más activa de los padres en el entorno familiar, así como en el desarrollo de sus hijos, la introducción de nuevos mecanismos de educación para los más pequeños, el ajetreado ritmo de vida actual, etc. han influido en la relación de las madres con su familia y, principalmente, con sus hijos.

¿Existe entonces un antes y un después en la forma de ser madre?

Las cualidades de la maternidad no han cambiado ni cambiarán, aunque ahora involucre experiencias, prácticas y desafíos diferentes a los que lo hacía hace unas décadas atrás. Es decir, las madres se enfrentan actualmente, a circunstancias muy diferentes a las del pasado, aunque ello no sea precisamente negativo, sino más bien, una oportunidad para renovar, mediante las condiciones contemporáneas, el vínculo con sus hijos.

Todo aspecto que influye actualmente en la relación de una madre con sus hijos puede contribuir positivamente a la misma; los avances tecnológicos, por ejemplo, han permitido una mayor cercanía de todos los miembros de la familia sin estar en un mismo lugar; la diversidad de actividades recreativas, ha brindado mayores opciones de compartir en familia; y los aportes teóricos que han surgido sobre métodos de enseñanza, aportan a mejorar la educación en el hogar.

La maternidad es un inmenso acto de entrega, por lo que, más que pensar en un antes y un después histórico de la maternidad, podemos asegurar que existe un antes y un después en la vida de cada mujer cuando se convierte en madre. Cualesquiera que sean las condiciones personales, profesionales o sociales a las que se enfrente, ser madre representa cambios de rutinas, cambios físicos, emocionales y en general, un cambio de vida.

Hoy, celebramos a todas las madres que con su esfuerzo y dedicación, consolidan entornos familiares afectivos e ideales para el crecimiento de los hijos, aportando a la creación de una sociedad con valores una mamá a la vez.