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Familia y Estado: piezas clave para prevenir la delincuencia

delincuencia_juvenilEl pasado 10 de febrero de 2012, el matutino El Periódico publicó un articulo denominado: Familia y estado, piezas clave para salvar a los menores de las pandillas., el cual enfatiza que el Estado de Guatemala carece de una política pública de prevención del delito y que muchos de los jóvenes que caen en la delincuencia provienen de familias disfuncionales.

Según la Defensora de la Niñez de la Oficina del Procurador de los Derechos Humanos, Miriam Rodríguez,  los niños y niñas no son atendidos ni por su familia ni por el Estado. Y cuando no sienten afecto ni protección en esos ámbitos son presa fácil de las pandillas; ellos les proveen del dinero para alimentarse, para su ropa, sus tenis, pero lo más importante es que sienten que pertenecen a un grupo.

El informe anual circunstanciado de la Procuraduría de los Derechos Humanos señala que la fuerza del crimen organizado ha convertido a los menores de edad, a la adolescencia y juventud en sujetos de criminalidad, que son reclutados y utilizados por su posición de indefensión, situación económica y falta de oportunidades, siendo las pandillas o maras un apéndice constitutivo. Existe un continuo crecimiento de estos grupos, en los cuales los menores de edad y adolescentes son herramientas que perpetúan y extienden el dominio y redes del crimen organizado.

Una de las políticas que el Estado ha comenzado a implementar abarca el fortalecimiento del programa de Escuela Seguras que consiste en talleres de artes y plásticas sobre prevención del delito, consumo de drogas, uso de armas, entre otros. También comparten recomendaciones para evitar robos y buscan fortalecer el autoestima de los jóvenes para evitar que se incorporen a las pandillas.

Aunque esta medida ayuda muchos a los jóvenes, el Estado también debe implementar políticas encaminadas a fortalecer la institución familiar, pues la misma es el único medio que puede ayudar a los niños y a los adolescentes  a evitar que se incorporen a esta clase de grupos.

El informe sobre Desarrollo Humano para América Central IDHAC 2009-2010,  resaltó que uno de los principales desajustes sociales asociados con mayor incidencia del delito se encuentra dentro del subsistema familiar, relacionado con las familias disfuncionales.

En el estudio Reseña de políticas públicas que afectan a la familia en Guatemala, publicado en el año 2011 por FADEP, se resalta que es importante que los programas y políticas tengan un enfoque familiar que garantice plenamente la protección de la familia, ya que al contar con familias fortalecidas se evitará debilidad en la sociedad. El buen funcionamiento de la sociedad radica en familias fuertes.