El siguiente, es un artículo escrito por W. Bradford Wilcox y Wendy Wang, publicado en el sitio de National Review el pasado 17 de enero. En el mismo, los autores relatan la realidad sobre el matrimonio, que usualmente no está reflejada en las actuales producciones de Hollywood, principalmente en la película recientemente lanzada, The Marriage Story.
Marriage Story, el último lanzamiento de Hollywood, aclamado por la crítica y basado en la vida familiar, obtuvo seis nominaciones al Oscar esta semana, una señal de su popularidad en la industria cinematográfica. Sin embargo, aunque sería conveniente ver la película en términos puramente dramáticos, la misma termina pintando un retrato sombrío, desalentador y poco representativo del matrimonio hoy, no solo en Estados Unidos en general, sino, particularmente en Hollywood. La película cuenta la historia de un matrimonio entre un director de Nueva York, el personaje de Adam Driver y una actriz de Los Ángeles, el personaje de Scarlett Johansson, desentrañando sus tensiones laborales y familiares. ¿Deberíamos vivir en Nueva York o Los Ángeles? ¿Su carrera es lo primero o la de ella? y el tipo de drama emocional menor que se desarrolla en la mayoría de los matrimonios, con un hijo pequeño atrapado en la práctica y emocional agitación que se desarrolla a medida que terminan en una corte de divorcio. Entonces, básicamente, lo que tenemos aquí es una película sobre un matrimonio que se desmorona sin ninguna buena razón, literalmente en West Hollywood.
La película no es más que el último ofrecimiento en una larga línea de películas y programas, desde The Graduate hasta Friends y Single Parents, de una industria que en su mayoría evita la representación positiva de las familias unidas en un matrimonio estable y, en su lugar, se enfoca, la mayoría de las veces, en el surgimiento de familias diversas que se apartan del modelo tradicional de familia intacta. Las películas de Hollywood también son representativas del papel cultural y legal más amplio que California ha desempeñado al ser pionero y amplificar valores culturales particulares, como por ejemplo: la priorización de la realización individual, el ideal de la autosatisfacción, el divorcio fácil; socavando así el matrimonio estable en todo el país. Después de todo, la idea del divorcio sin culpas ni secuelas, fue inventado en California, promulgado por el gobernador Ronald Reagan hace poco más de 50 años, antes de que esta ley fuera exportada al resto de los Estados Unidos, en detrimento de los niños del país.
Sin embargo, la ironía en todo esto, es que nuestra nueva investigación indica que el vecindario real que se encuentra en el centro histórico de Hollywood, el vecindario Whitley Heights, justo entre el letrero de Hollywood y el Dolby Theatre, (donde se celebran los Oscar) prácticamente no tiene padres solteros en medio de los cientos de familias que viven allí. Y resulta que la mayoría de los mejores vecindarios en las colinas o en las playas del sur de California, desde Pacific Palisades hasta Rancho Palos Verdes y Beverly Hills, están dominados por familias con dos padres. Estos vecindarios tienen menos del 20% de los niños que viven en familias monoparentales, lo que los convierte en los más estables del estado.
También son consistentes con otro tema principal en nuestro informe: cuando se trata de la familia, las élites de California tienden a inclinarse a una posición de izquierda pero a vivir con lineamientos de derecha. De los californianos de 18 a 50 años, encontramos que los californianos con educación universitaria se destacan por sus puntos de vista, en su mayoría, progresistas sobre temas familiares. La gran mayoría de los californianos (85%) con un título universitario o de posgrado están de acuerdo en que la diversidad familiar, “donde los niños crecen en diferentes tipos de familias hoy”, debe celebrarse públicamente, en comparación con el 69% de los californianos sin educación universitaria. Pero una clara mayoría de californianos con educación universitaria, el 68%, informa que es personalmente importante para ellos tener sus propios hijos en el matrimonio, y el 80% de los padres son matrimonios intactos, en comparación con solo el 60% de sus pares en el Estado que no tiene un título universitario. Entonces, las élites de California combinan los valores familiares progresivos con la vida familiar tradicional, incluida la evasión de procesos de divorcio.
¿Por qué es tan importante que tantos productores, escritores, profesores, ejecutivos de marketing, periodistas, maestros y otros formadores de cultura bien educados en el Estado tiendan a forjar matrimonios fuertes y estables para ellos y sus hijos, pero no muestran apoyo público a una ética favorable al matrimonio e incluso, representan todo lo contrario en sus roles profesionales? Después de todo, sus hijos sin duda se benefician al ser educados en un hogar estable de dos padres unidos en matrimonio, (Siendo más probable que prosperen en la escuela, eviten problemas con la ley y terminen como graduados universitarios) y, debido a que es más probable que permanezcan casados, los hombres y mujeres de élite de Golden State tienen más probabilidades de disfrutar de un buen ingreso y un significativo ahorro. Entonces no, el problema no es que ellos mismos forjen matrimonios estables en el siglo XXI.
El problema es, que generalmente no están produciendo películas, o impartiendo clases, escribiendo historias o elaborando anuncios, que reflejen las realidades mejoradas de la vida matrimonial contemporánea.; cómo hombres y mujeres como ellos están adoptando valores y virtudes particulares para construir familias estables para ellos y sus hijos hoy; cómo su hijo tiene una mejor oportunidad de sobresalir en la escuela y realizar el sueño americano porque lograron su bienestar completo en su crecimiento; cómo se ha estabilizado el matrimonio en Estados Unidos, con la tasa de divorcios cayendo a sus menores índices en los últimos 40 años. Lo que significa que el riesgo de divorcio de una pareja común en la actualidad es muy inferior al 50%, probablemente alrededor del 39%, y con la proporción de niños estadounidenses educados en familias intactas con padres unidos en matrimonio, creciendo, por primera vez en años.
Hollywood no cuenta casi por completo esta historia de matrimonio. Por supuesto, hay excepciones que transmiten las nuevas realidades de la vida matrimonial contemporánea en Estados Unidos: la película This Is 40 viene a mi mente, al igual que el programa The Middle, las ofertas culturales se centran en familias razonablemente exitosas, respectivamente, en la clase media alta y comunidades de clase trabajadora, pero los formadores de cultura de California no hacen lo suficiente para destacar las nuevas realidades familiares sobre el matrimonio en Estados Unidos.
Esto es especialmente problemático porque los hogares con menores ingresos y de clase trabajadora en California y en todo el país están teniendo un momento mucho más difícil para forjar sus propios matrimonios fuertes y estables. En parte por razones económicas, por supuesto, pero también porque la cultura popular en la que están inmersos no proporciona suficientes mensajes claros y convincentes, por no mencionar verdaderos, sobre cómo trabajan las buenas familias en la actualidad. De hecho, encontramos que los padres californianos sin títulos universitarios que no adoptan los valores favorables al matrimonio tienen 22 puntos porcentuales menos de probabilidades de estar en matrimonios intactos que sus pares menos educados en el Estado Dorado que sí lo hacen.
Es en parte por esta razón que los productores, escritores y directores que hacen sus hogares en lugares como el vecindario de Whitley Heights en Hollywood necesitan contar una mejor historia familiar. Pero también es importante porque muchos estadounidenses no conocen la nueva verdad sobre el matrimonio: hoy la mayoría de los matrimonios terminan “Felices para siempre”, incluso en Hollywood. En otras palabras, muestren menos Marriage Story y más The Middle.