En un artículo publicado por C-FAM a inicios de septiembre del 2011 se comenta qué implican los nuevos datos demográficos de la ONU para el poder mundial. Específicamente se comentan que los pronósticos sobre fertilidad podrían tener implicaciones significativas para predecir qué naciones ejercerán el dominio mundial en el siglo XXI, dado que India aventajará a China como el país más poblado en el año 2025.
El artículo hace referencia al cambio que ha hecho la ONU en sus proyecciones demográficas. Anteriormente sostenían que “las sociedades con fertilidad baja y en proceso de envejecimiento, como la china y la europea, tendrán que reducir su poder económico y militar. Con mayores índices de fecundidad y trabajadores más jóvenes, países en desarrollo como India aumentarían su influencia relativa en los asuntos internacionales.” Sin embargo, ahora afirman que para el año 2100 todas las naciones coincidirán con un índice de 2.1 niños por mujer (tasa de reemplazo).
El artículo de C-FAM afirma que el modelo usado por estadísticos de la ONU es defectuoso y ha sido criticado; claro que las repercusiones de esa nueva afirmación tendrán consecuencias.
Las proyecciones demográficas de una organización como la ONU importan, porque, aunque les falte certeza, impulsan planes estratégicos. Son usadas por gobiernos para orientar políticas familiares y de asistencia médica; también las corporaciones las emplean para decidir dónde invertir y en general inciden en la toma de decisiones de organizaciones privadas y gubernamentales. Es por ello que es importante conocer, no solo los datos y las proyecciones, sino también si las mismas proceden de un análisis cierto y con fundamento.