Según un informe de la Organización para la Cooperación Económica y de Desarrollo (OECD por sus siglas en inglés) una buena política familiar tiene que ayudar a la gente a conciliar sus responsabilidades laborales y familiares permitiéndoles tener los hijos que desean, facilitar una mayor flexibilidad laboral a la mujer, lograr un mayor equilibrio entre mujeres y hombres en la implicación en el hogar, y pormover el desarrollo infantil e igualdad de oportunidades entre los niños para su futuro.
El estudio señala la importancia de las familias para la sociedad y el rol que juegan dentro de la economía. La familia es una fuente segura del desarrollo económico y social para la mayoría de las personas. Se trata de un motor fundamental de la solidaridad: la redistribución de los recursos – en efectivo, en especie y en el tiempo – entre los individuos, las familias y las generaciones, brindando protección y seguridad contra la pérdida económica y las dificultades.
Desde esta perspectiva, el estudio determina, uno de los indicadores sociales que permite analizar la mayor o menor efectividad de las políticas familiares es la evolución de la natalidad. La sociedad necesita bebes y muchas familias quieren tener más hijos. Sin embargo, en mucho países las personas no tienen los hijos que quisieran tener. Los índices de natalidad han disminuido en los últimos cuarenta años: de un promedio de 2.2 hijos por mujer en 1970 ha bajado a 1.7 hijos por mujer, hoy en día. El decrecimiento en las tasas de natalidad es causado, la mayoría de veces, porque los jóevens posponen la paternidad y tienen menos hijos hoy en día, o incluso nunca llegan a tenerlos.
Las personas se enfrentan ante una situación de tener que escoger si tiene hijos o trabajos, porque no hay politicas que concilien la vida familiar con el trabajo. En los países en donde las tasas de natalidad son altas, la ayuda pública para las familias con niños pequeños, como la posiblidad de trabajos de medio tiempo, les permite a los padres combinar el trabajo con los compromisos de atención familiar más eficazmente. Los países nórdicos de Europa como Francia, Holanda e Inglaterra son quienes tiene políticas efectivas que unen el apoyo familiar y laboral.
En Guatemala también se puede observar este tipo de problema debido a que no hay políticas que concilien el trabajo con la familia. En el estudio sobre Reseña de políticas públicas que afectan a la familia en Guatemala, FADEP señala la importancia de generar un entorno favorable para que las personas puedan cumplir sus funciones familiares y compatibilizarlo con el trabajo doméstico y con su trabajo remunerado, especialmente en el caso de las familias en mayor riesgo de caer en la pobreza.