Por Kim Parker, Senior Researcher, Pew Research Center
Octubre 1, 2009
Traducido por Moris Polanco
Actualmente, las mujeres constituyen casi la mitad de la fuerza laboral de EE.UU., en comparación con el 38% en 1970. Esta tendencia de casi 40 años ha sido impulsada por un amplio consenso público sobre la evolución del papel de la mujer en la sociedad. Una gran mayoría de los estadounidenses (75%) rechazan la idea de que las mujeres deben regresar a sus roles tradicionales en la sociedad, y la mayoría cree que tanto el marido como la mujer deben contribuir al ingreso familiar.
Pero a pesar de estos cambios a largo plazo en los comportamientos y actitudes, muchas mujeres tienen conflicto acerca de las funciones en competencia que desempeñan en el trabajo y en casa. Las madres que trabajan, en particular, son ambivalentes acerca de si un trabajo a tiempo completo es lo mejor para ellas o sus hijos; las mujeres sienten el tirón de la familia mucho más agudamente que los padres que trabajan. Como resultado, la mayoría de las madres que trabajan se encuentran en una situación que, como ellas mismas dicen, es menos que ideal.
También tienden más que las madres que permanecen en casa o los padres trabajadores a sentir que no les alcanza el tiempo. Cuatro de cada diez dicen que siempre se sienten apresuradas, en comparación con una cuarta parte de los otros dos grupos. Pero pese a estas presiones y conflictos, las madres que trabajan, en general, son tan propensas como las madres que permanecen en casa y los padres trabajadores a decir que son felices con sus vidas.
Ya sea que trabajen fuera de casa o no, las responsabilidades familiares tienen un claro impacto sobre las decisiones clave que toman en la vida. Aproximadamente tres de cada diez mujeres que no están actualmente empleadas (27%) dicen que sus obligaciones familiares les impiden trabajar. Y la familia parece ser uno de los principales motivos de que muchas no rompan el “techo de cristal” que les impide llegar a los más altos niveles de gestión – al menos este es el punto de vista de aproximadamente un tercio de la población.
Madres Trabajadoras
Según datos recogidos por la Oficina de Estadísticas Laborales de EE.UU., el 59% de las mujeres ahora trabajan o están buscando empleo activamente. Un porcentaje aún mayor de mujeres con hijos de 17 años o menos (66%) trabajan a tiempo completo o parcial. Entre las madres que trabajan, la mayoría (74%) trabajan a tiempo completo mientras que el 26% trabajan a tiempo parcial.
Una encuesta realizada este verano por agentes sociales del Pew Research Center’s & Demographic Trends Project preguntó a madres trabajadoras si prefieren trabajar a tiempo completo o a tiempo parcial. Una gran mayoría de todas las madres que trabajan (62%) dicen que preferirían trabajar a tiempo parcial. Sólo el 37% de las madres que trabajan preferirían trabajar a tiempo completo. Los padres que trabajan tienen una perspectiva muy diferente. Una abrumadora mayoría (79%) dicen que prefieren trabajar a tiempo completo. Sólo uno de cada cinco afirma que elegiría el trabajo a tiempo parcial.
Estos hallazgos hacen eco de los resultados de una encuesta de 2007 del Pew Research Center en la que una mayoría de las madres que trabajan (60%) dijo que la situación ideal para ellas sería trabajar a tiempo parcial. Esto representa un aumento significativo en comparación con 10 años atrás, cuando sólo el 48% de las madres trabajadoras dijo lo mismo.
La creciente presencia de la mujer en la fuerza laboral
El porcentaje de mujeres que trabajan o buscan activamente empleo creció rápidamente desde la década de 1950, alcanzando un máximo en 2000. Como porcentaje global de la fuerza de trabajo, las mujeres hoy en día constituyen el 47%. El crecimiento de la proporción de mujeres en la fuerza de trabajo se ha estabilizado en los últimos años, a la vez que la tasa de participación femenina ha dejado de subir. Sin embargo, el hecho es que las mujeres han transformado el lugar de trabajo estadounidense en los últimos 50 años, y para ello han creado una serie de conflictos y desafíos para las mujeres que trabajan que, al día de hoy, han demostrado ser difíciles de resolver.
Opinones sobre el papel cambiante de la Mujer
A medida que las mujeres toman un papel más activo en la fuerza de trabajo, la opinión pública acepta cada vez más esta nueva realidad. El Centro de Investigación Pew for the People & the Press ha seguido las actitudes del público sobre los valores sociales y políticos, incluyendo el papel cambiante de la mujer, en los últimos 20 años. En 1987, el 30% de los estadounidenses dijeron que las mujeres debían regresar a sus roles tradicionales en la sociedad, mientras que el 66% no estuvo de acuerdo con esta afirmación. Hoy en día, sólo el 19% piensa que las mujeres deben regresar a sus roles tradicionales, mientras que el 75% está en desacuerdo.
Mujeres y hombres tienen la misma probabilidad de rechazar la idea de que las mujeres deben regresar a sus funciones tradicionales. Los jóvenes están entre los más progresistas sobre este tema. Entre los menores de 30 años, el 84% está en desacuerdo con la idea de que la mujer debe volver a desempeñar un papel más tradicional.
Otras pruebas del cambio de actitudes sobre la familia y el papel de la mujer puede ser visto en otro item incluido en las encuestas de valores del Centro de Investigación Pew. Siete de cada diez estadounidenses (71%) están de acuerdo con la declaración “Tengo valores tradicionales sobre la familia y el matrimonio.” Aunque todavía una gran mayoría, se trata de un notable descenso de 87% que pensaba así en 1987. Una vez más, los hombres y las mujeres están de acuerdo sobre esta cuestión, y los jóvenes expresan las opiniones menos conservadoras: un 61% de los menores de 30 años de edad dicen que tienen valores tradicionales sobre la familia y el matrimonio.
Mirando más específicamente a la cuestión de la mujer y el lugar de trabajo, los datos de la Encuesta Social General muestran cómo las actitudes cambiaron de la década de 1980 a fines del siglo. Cuando se les preguntó si estaban de acuerdo o en desacuerdo de que tanto el marido como la mujer deberían contribuir a los ingresos familiares, el porcentaje de estadounidenses que estuvo totalmente de acuerdo creció en forma sostenida desde 1988 hasta 2002. En 1988 sólo el 15% estuvo muy de acuerdo en que ambos cónyuges deberían contribuir a los ingresos de los hogares, en 2002 el 29% decía estar “muy de acuerdo” (otro 28% estaba de acuerdo pero no demasiado).
A pesar de que la sociedad ha aceptado más el papel de la mujer en la fuerza de trabajo, las actitudes acerca de una clase especial de trabajadoras –a saber, las madres de niños pequeños– han cambiado muy poco. En 1994 y nuevamente en 2002 la Encuesta Social General preguntó si las mujeres debían trabajar fuera del hogar, en determinadas circunstancias. En ambos años, la gran mayoría respondió que una mujer que está casada, pero no ha tenido aún niños debe trabajar a tiempo completo. Sin embargo, sólo el 10% en 1994 y el 11% en 2002, dijo que una mujer con un niño de corta edad debe trabajar a tiempo completo. Los encuestados aceptaban más el trabajo a tiempo completo para una mujer cuyo hijo menor había comenzado la escuela. Sin embargo, incluso tanto en los resultados de 1994 como en los de 2002 se obtuvo que el trabajo a tiempo parcial sería preferible en esas circunstancias.
Datos del Pew Research Center muestran que la gran preocupación por el impacto de la guardería en los niños de la nación se ha mantenido en el tiempo. En 1987, el 68% de la población estaba de acuerdo en que muchos niños eran educados en centros de día. En 2003, el 72% estuvo de acuerdo con esta declaración.
Las madres están particularmente preocupadas por este tema. En la encuesta de 2003 del Pew Research Center, el 50% de las madres con niños menores de 5 años de edad estaban completamente de acuerdo en que demasiados niños son educados en centros de atención en la actualidad. Esto se compara con el 36% entre el público en general.
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