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Ley Nacional de la Juventud y su impacto en la familia

indexLa primera semana de febrero se llevó a cabo en el Congreso de Guatemala la lectura y apobación de la iniciativa 3896 que contiene la denominada Ley Nacional de la Juventud. En principio, esta ley busca promover el desarrollo integral de los jóvenes. Sin embargo, ayer se buscaba aprobar algunas enmiendas cuya finalidad es totalemente lo contrario.

El Lic. Axel Beteta destaca cuales son los principales problemas de dichas enmiendas en el artículo “Nos quieren meter gol“.  A continuación copiamos algunos extractos de dicho artículo, los cuales tienen relación inmediata con la familia y su función en la sociedad:

  • Que se reconozca especialmente el derecho a la educación integral en sexualidad:

¿Cuál es el alcance de esto? Obviamente esta sería una exigencia que se le pide al Estado. Pensemos un momento (…) si el Estado ha demostrado que tiene un sistema educativo fallido, ¿cómo podemos esperar que exista una educación verdaderamente “integral” en sexualidad? Esto es un derecho de los padres, el de educar a sus hijos, no del gobernante. ¿Será que esta “educación” “integral” que exigen estos grupos incluye la “exploración en la diversidad” como en otros países que se rigen por los mal llamados Derechos Sexuales y Reproductivos? ¿O el acceso de menores –desde los 13 años- a anticoncepción y abortivos sin el consentimiento de los padres como en muchos Estados de los EEUU?

  • Garantizar a los jóvenes el acceso moderno a métodos de planificación familiar:

Hace unos meses se presentaba en la agenda pública que la idea que un joven iniciara una familia era un concepto “Nocivo”, ¿pero hoy pretendemos prioritariamente darle métodos de planificación familiar? ¿No es eso contradictorio? ¡Reflexionemos por favor!¿No es más importante a los jóvenes garantizarles seguridad, deporte, libertad de expresión, una calidad educativa superior, acceso a programas de becas en el extranjero, beneficios fiscales para proyectos de emprendimiento, conectividad en los sitios públicos, atención médica que funcione de verdad, transporte público eficiente y seguro? ¿No son esas prioridades? Más condones no me aseguran más educación, más seguridad ni una mejor calidad de vida.

 

Sin duda alguna la finalidad de la ley puede traer consigo beneficios para la juventud guatemalteca. Sin embargo, considerar que los jóvenes necesitan proveerse de métodos anticonceptivos y preservativos para evitar embarazos o enfermedades de transmisión sexual, equivale a pensar que no tienen voluntad y no son capaces de abstenerse de tener relaiones sexuales hasta que esten en una relación plenamente comprometida, como es le caso del matrimonio. Los jóvenes necesitan educación en valores y cuando ésta educación falta en casa y se necesita acudir a las escuelas para encontrar información, los maestros no solo deben estar bien informados sino formados en cuanto a los temas de sexualidad.  Los jóvenes tienen ideales y hay muchas áreas de oportunidad para que el Estado de Guatemala los apoye de verdad,  más que tener relaciones sexuales, desean terminar de estudiar y llegar a tener una profesión, y es ahi como el Estado debe apoyarlos y brindar fuentes de empleo y facilidades para que terminen sus estudios, y puedan emprender proyectos de negocios, asimismo debe crear un sistema eficiente de seguridad, justicia, transporte y salud, entre otros.