El 30 de noviembre de 2010, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal aprobó la Ley de Gestación Subrogada, con 40 votos a favor, uno en contra y diez abstenciones, con la cual se regula el préstamo de úteros para la procreación de hijos ajenos.
Uno de los artículos que causó mayor polemica es el que permite la opción de la mujer gestante para que, de forma libre, pueda decidir abortar en caso de que su salud esté en riesgo, y en caso de una malformación, los padres biológicos serán quienes decidan. Algunos asambleístas trataron de modificar ello, asi como prohibir que parejas del mismo sexo pudieran recurrir a la ley. Sin embargo, las propuestas fueron rechazadas.
Con esta nueva ley, México se suma a paises como India, Bélgica, Holanda y algunos estados de Estados Unidos, que regulan y permiten lo que tambien se conoce como contratos de gestación. Al contrario de países como Francia, en donde la maternidad subrogada está prohibida por la ley. El código civil francés precisa la nulidad de toda convención o contrato sobre la procreación o gestación por cuenta ajena.
La Maternidad Subrogada presenta varias implicaciones éticas al atentar contra dignidad humana. El Comite Nacional de Etica de Francia considera que la gestación por cuenta ajena comporta riesgos éticos muy graves, que ninguna norma jurídica podrá evitar. Existe incertidumbre sobre el futuro de los hijos. Desde luego, “serán esperados con ilusión por sus padres intencionales”, pero nadie puede prever las consecuencias de un proyecto “no habitual y complejo” sobre la psique de un niño, que conocerá en su día que fue objeto de un contrato, o la de los otros hijos de la madre biológica o de sus padres jurídicos.
En Guatemala, no hay legislación en cuanto a las técnicas de procreación artificial, pero existe un vacío legal, que ha dejado la puerta abierta a la autorización de clinicas de fecundación asistida. Es necesario hacer una revisión legal, pues la ley en estos temas se está convirtiendo en el mayor acto violatorio de los derecho humanos, al permitir este tipo de regulaciones que atentan contra la vida y dignidad humana.