En la actualidad, varios paises son presionados por la comunidad internacional para despenalizar el aborto. En el marco del Día por la Despenalización del aborto en América Látina y el Caribe, el 28 de septiembre, Amnisitía Internacional, solicitó a todos los gobiernos de los países latinoamericanos acciones concretas para despenalizar el aborto con urgencia.
En un comunicado, publicado en aquella fecha, dicha organización manifestó que todas las normas que penalizan este llamado “derecho de la mujer” deben ser derogadas, debido a que tal legislación contradice la normativa internacional, ratificada por la mayoría de países latinoamericanos, como la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer y la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer. Amnistía Internacional criticó a países como El Salvador, Chile y Nicaragua, que siendo parte de las convenciones mencionadas, penalizan el aborto bajo cualquer circuntancia.
También, este año el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas, señalo en las observaciones finales del sexto Informe de El Salvador sobre la aplicación del Pacto de los Derechos Civiles y Políticos que este país debe modificar las disposiciones del Código Penal que criminalizan el aborto en todas sus formas y pide que dejen de realizarse juicios penales contra las representantes del género femenino que interrumpen su embarazo: “El Salvador debe tomar medidas para impedir que las mujeres que acuden a los hospitales públicos sean denunciadas por el personal médico o administrativo por el delito de aborto. Asimismo, en tanto no se revise la legislación en vigencia, el Estado debe suspender la incriminación contra ellas por el delito de aborto”. En el año 2001, se hizo la misma solicitud al Estado de Guatemala.
Es importante resaltar que la vida humana comienza desde la concepción, y que por lo tanto el derecho a la vida debe ser respetado. El aborto no constituye un derecho humano de la mujer, pues en el embarazo, que comienza desde el momento de la concepción, habita un ser humano, distinto a ella, con derechos humanos propios.
La mayoría de paises latinoamericanos han ratificado convenios que expresamente protegen la vida de la persona antes de su nacimiento, entre los que se encuentra la Declaración Universal de los Derechos del Niño, y aunque los otros no lo reconozcan de manera expresa , el “lenguaje claro” de estos tratados internacionales es consistente con la protección de la vida humana desde su incio. Asimismo, las legislaciones de estos países reconocen constitucionalmente el derecho de todas las personas, incluyendo la vida del que estápor nacer, como por ejemplo, la Constitución Política de Guatemala que garantiza y protege la vida humana desde la concepción. Por lo tanto, decir que la penalización del aborto atenta contra las norma internacionales es incongurente y carente de fundamento.
Los Estados deben adoptar medidas orientadas a proporcionar información completa y verdadera sobre el embarazo que incluya otras alternativas al aborto, ya que el aborto no es una opción de la mujer, si no un crimen contra la persona humana.