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Preocupa aumento de adultos en sureste de México

El Foro Estatal Mexicano abordará el tema del enevejecimiento y su impacto en la atención a la salud, así lo comunicó el pasado 28 de octubre el diario Servicios Informativos y Publicitarios del Sureste, SIPSE. En el mismo  se diseñarán estrategias que busquen evitar un grave impacto del envejecimiento en los diferentes sectores sociales, las cuales  luego serán presentadas a los legisladores para que se generen políticas públicas al respecto.

México está en camino, al igual que los países europeos, de enfrentar la problemática del enevejecimiento poblacional. Las estadísticas señalan que para 2030 una de cada siete personas será adulta mayor, y para 2050 la cifra incrementará a una de cada cinco.

El director de la Licenciatura en Gerontología de la Universidad Mesoamericana de San Agustín (UMSA), Orlando Piña Basulto,  señalo que “es necesario que se apliquen acciones desde ahora para que no genere un impacto negativo en la sociedad debido al incremento de la población de adultos mayores”.

Por otra parte, el secretario de Salud en el Estado de México, Gabriel Oshea Cuevas, dijo que el gran reto en materia de salud para las próximas administraciones es poner especial atención en las personas mayores de edad, ello si se considera que cada año poco más de 30 mil mexicanos se suman a la lista de personas mayores de 60 años.

México se enfrentará a problemas más graves que aquellos países desarrollados ante el envejecimiento poblacional, al tener un contexto socioeconómico menos favorable. Todos aquellos países en vías de desarrollo que aun no enfrentan este problema deben estar alertas, puesto que enfrentaran incluso mayores retos y dificultades. Cómo la mayoría de países latinoamericanos, el cuidado de la vejez recae en la familia y, al no haber gente joven, el peso recaerá en las instituciones públicas que deberan buscar todos los recursos necesarios para brindar ayuda a los adultos mayores, recursos que en  muchos de estos países son escasos por la falta de equidad en su redistribución.

Sin duda, esto es un problema que debe ser abordado desde ya con políticas de salud, economía y sociales que beneficien a la persona humana en si, y no la perjudiquen.