“Prácticamente han nacido y crecido con un smartphone o una tablet pegados al brazo. Por primera vez en la historia, emerge una generación que ha disfrutado de Internet para sociabilizar y aprender desde edades tempranas. Autodidactas, creativos y sobre expuestos a la información. Así son los jóvenes que forman la Generación Z y que comienzan ahora a reclamar su sitio en un mundo que “se ha quedado pequeño”. Así lo explica el diario El Mundo, en su nota titulada Generación Z, más allá de los millennials.
Actualmente la Generación Z, comprendida por quienes nacieron entre 1994 y 2010, está empezando a incursionar en el ámbito laboral y en el mundo de los adultos. Así como ha sido importante evaluar y comprender a los Millennials, también es importante hacerlo con la generación que le sigue. A estos nuevos ciudadanos los mueve la justicia y desean disfrutar las cosas de la vida, más no necesariamente poseerlas. Optan a sueldos más bajos pero buscan trabajos de alto impacto social, su relación con el dinero es muy distinta a la de sus predecesores. Los Z poseen un modo diferente de aprender, esta generación no lee, todo es visual.
Han crecido en un mundo muy diferente al de sus padres, y esta brecha obliga a los adultos a adentrarse en el mundo de los jóvenes y buscar formarlos y educarlos con base en el bien común. No hay nada más importante para la formación del carácter y la voluntad, que el buen ejemplo de los padres de familia. La Generación Z creció en un mundo donde la cohabitación, promiscuidad sexual y el divorcio están a la orden del día, ¿por qué habrían de querer ellos algo distinto entonces? Son personas impacientes, pues desean resultados inmediatos, acostumbrados a tener toda la información en segundos, gracias a la tecnología. Son nativos digitales, y esto es una ventaja en muchos aspectos, y una desventaja en tantos otros.
Como padres de familia, es importante tomar en cuenta las circunstancias y el contexto en el cual los hijos están creciendo, o han crecido, para tomar decisiones estratégicas en cuanto a temas educativos. Es imposible criar a nuevos ciudadanos bajo las premisas de un mundo que conocimos y en el que crecimos, pero que desafortunadamente ya no existe. El mundo evoluciona, cambia y es necesario adaptarse en la forma en que se educa, comprender a los que vienen después para poder comunicarnos mejor con ellos. Sin embargo el contenido que se comunica debe tener siempre como base los principios y valores que tienen como objetivo fortalecer el bien común, defender y promover la dignidad humana y ayudar a la persona a alcanzar la plenitud personal.