El crecimiento desmedido de la población mundial ha representado una preocupación desde hace siglos. Teorías expuestas por académicos como Thomas Malthus, Paul Ehrlich y Julian Simons, planteaban predicciones catastróficas sobre la escasez de recursos y disminución de calidad de vida como resultado del desproporcionado aumento de la población humana. Sin embargo, lejos de cumplirse dichas proyecciones fatalistas, los índices poblacionales indican un escenario totalmente diferente.
Acercándonos ya a una población mundial de 8 mil millones, nos encontramos en un contexto muy diferente al de 1990 cuando se estimaba una población de 5 mil 300 millones y mucho más distinto al de 1960 cuando la población mundial tenía 5 mil millones menos de habitantes que en la actualidad. Sin embargo, muchos factores han cambiado en la sociedad; produciendo tendencias demográficas diferentes a las previstas. Por ejemplo, desde 1960, se ha desacelerado el crecimiento poblacional significativamente; lo cual se ha relacionado con la inserción de las mujeres en el ámbito educacional y laboral, mayor acceso a métodos anticonceptivos y a una clara relación inversa entre el nivel de desarrollo y el número de hijos por familia.
Las tendencias poblacionales representan un reto debido a la dificultad para predecir las condiciones sociales que predisponen los índices demográficos; las principales teorías al respecto plantean la pregunta: ¿Cuánta población mundial se puede sostener? Algunos demógrafos actuales consideran “apocalíptica” la proyección de la Organización de Naciones Unidas que estima una población mundial de más de 11 mil millones para el año 2100. Sin embargo, existen numerosas variantes que podrían intervenir en la evolución poblacional de los próximos 80 años: Avances tecnológicos, desarrollo de anticonceptivos más efectivos, cambios en las tendencias macroeconómicas mundiales, etc. Por lo que la anterior estimación demográfica podría equivocarse, como ha ocurrido en previas ocasiones. Y aún suponiendo la autenticidad de la misma, plantea desafíos sociales, económicos, ambientales, etc. a los que tendremos que enfrentarnos; poniénodos en una situación significativamente más ventajosa, para garantizar un crecimiento poblacional sostenible, que cuando se plantearon las teorías pesimistas referentes a la sobrepoblación en 1950.
La “transición demográfica” es un término actual que se refiere al principio que demuestra que en las sociedades que maximizan su productividad, se incrementan los recursos económicos y se reducen los índices de mortalidad infantil; también decrecen las tasas de natalidad. La relación entre mayores ingresos económicos y el número de hijos por familia es sencilla de comprender: En una sociedad con un notable desarrollo económico, el trabajo infantil no es común como una necesidad familiar para generar ingresos, por lo que generalmente se invierte todo tipo de recursos en la creación de oportunidades de desarrollo para una menor cantidad de hijos. Por otro lado, la reducción de casos de mortalidad infantil se relaciona a una menor tasa de natalidad ya que debido al avance tecnológico y medicinal, existe una mayor certeza sobre la supervivencia de los menores, por lo que las tendencias familiares demuestran una reducción en la cantidad de hijos. Este tipo de conocimientos no estaban claros a mediados del siglo XX, lo que justifica las predicciones catastróficas para el crecimiento de la población mundial.
¿Cómo se encuentra la transición demográfica en la actualidad?
Gran Bretaña fue el primer Estado en incursionar en la Revolución Industrial, como también lo fue en presentar la transición demográfica; actualmente la mayoría de Estados desarrollados se encuentran en la misma situación, sumándose a una tendencia mundial de crecimiento poblacional que sigue aumentando pero que aumenta más lentamente que nuca.
No obstante, en la literatura actual sobre el crecimiento de la población a menudo se sigue mencionando la preocupación sobre la posibilidad de que la misma siga aumentando más allá de lo que el mundo pueda soportar; plantean la necesidad de que los Estados recurran al control drástico y coercitivo del crecimiento poblacional sin considerar que la población mundial disminuye por tendencia natural, sin necesidad de medidas de coerción.
Aunque se discutan diferentes perspectivas sobre las próximas tendencias demográficas, coinciden en que las tasas de fertilidad disminuyen a medida que los Estados se enriquecen, y que incluso los Estados menos desarrollados están incrementando significativamente sus recursos. También coinciden en que la población mundial no volverá a duplicarse, que las tasas de natalidad se mantendrán por debajo del nivel de reemplazo generacional, a diferente ritmo en cada región, y que esto se convertirá en una problemática mundial en las próximas décadas.
Piper, K. (20 de Agosto de 2019). VOX. Recuperado el 2 de Septiembre de 2019, de VOX: https://www.vox.com/future-perfect/2019/8/20/20802413/overpopulation-demographic-transition-population-explained