El pasado mes de agosto la ONU publicó el documento final del programa “Transformando nuestro mundo: Agenda 2030 para el desarrollo sostenible” y posteriormente en una reunión llevada a cabo en Nueva York en el mes de septiembre la agenda fue adoptada por los Jefes de Estado de los distintos países. La agenda de desarrollo sostenible hacia 2030 comprende 17 objetivos de desarrollo sostenibles y 169 indicadores, estableciendo los objetivos de la organización y de todos sus miembros para los próximos quince años en las áreas de desarrollo social, igualdades, el progreso económico y la sostenibilidad ambiental.
Para hacer realidad los diferentes objetivos serán necesarios llevar a cambio profundos cambios en las políticas y gobernabilidad de varios países. Vale la pena cuestionarse si el cumplimiento de todos esos objetivos no pasa por encima de ciertos derechos o no busca impulsar agendas específicas en lugar de velar por el verdadero desarrollo de los pueblos respetando la soberanía de cada país. El documento ha sido bien recibido en distintas esferas, pues sin duda los objetivos son muy buenos. El reto está en establecer la estrategia y pasos a seguir para llevarlos a cabo y que no queden únicamente como algo bueno puesto en papel.
En FADEP concordamos con los objetivos de lucha contra la pobreza pero no estamos de acuerdo en algunos conceptos y sus contenidos, como los términos “salud sexual y reproductiva” y “derechos reproductivos”, términos bajo los cuales se deja por un lado el verdadero sentido de la sexualidad, que debe ser siempre ordenada y unida a la educación del amor y la afectividad, y por los cuales muchas veces no se busca el verdadero bienestar de la mujer y la familia, base del verdadero desarrollo de una sociedad.