El reciente informe demográfico, publicado por la Fundación Robert Schuman, inicia el documento de la siguiente manera:
“Aquí estamos cumpliendo con nuestro deber como denunciantes, incluso aunque ya no estaremos para decir (tristemente) ‘te lo dije’. A diferencia de Norteamérica, que debería ver su aumento de población en 75 millones de habitantes (dos veces menos que el número de Sudamérica), la Europa de los 28 (UE-28) podría estancarse en 2050 a aproximadamente 500 millones de personas mientras pierden 49 millones de personas en edad de productiva (20-64). Ese número significa 11 millones de trabajadores activos menos en Alemania, y de 7 a 8 millones menos en España e Italia. Mientras tanto, Francia se contentará con ponerse al día con Alemania, algo que el Reino Unido es probable logre incluso antes. Por supuesto sería tonto estar satisfecho con esta perspectiva dado que nuestros vecinos también son nuestros principal mercado: el 87% de la producción de Francia se consume dentro Europa; es decir, 70% para la propia Francia y 17% a través de la exportación a otros países europeos (56% del 30% exportado).”
Con este informe se confirman los números alarmantes a los que, pareciera que, nadie les hace caso actualmente. Recientemente el BID también publicó una noticia relacionada con dicha temática. En dicha publicación comentan que “Las estructuras poblacionales en América Latina y el Caribe están cambiando y los retos no son pocos. Por ejemplo, el 11% de la población mayor de 60 años depende de otras personas para su cuidado diario. Tanto la magnitud como la intensidad de la dependencia aumentan con la edad de la población, afectando mayoritariamente a las mujeres. Y mientras desde 1965 a la actualidad la población en edad de trabajar creció más que la población dependiente, lo contrario ocurrirá entre 2020 y 2100.”
¿A cuánto tiempo estamos de que nuestro bono demográfico nos pase factura?
¿Qué estamos haciendo para promover las condiciones adecuadas que permitan a estas generaciones jóvenes incorporarse al mercado laboral en actividades productivas, contribuir a los sistemas de seguridad social, llevar estilos de vida saludables que no supongan presiones excesivas para los gastos sanitarios cuando sean adultos mayores y formar matrimonios sólidos que repercutan en familias fuertes?