Un estudio publicado por Canadian Medical Association Journal advirtió sobre el desequilibrio social al cual se enfrentará China e India, debido a la mayor cantidad de hombres con respecto a mujeres. Se estima entre un 10% y 20% de exceso de hombres frente a mujeres, lo cual traerá consecuencias para la salud en la población, pues los hombres se verán afectados psicológicamente al no encontrar pareja.
En estos países la preferencia por tener hijos hombres es cada día más común, debido a que “los hombres tienen alta capacidad de trabajo y, normalmente, son los que adquieren la responsabilidad de cuidar a los familiares enfermos y mayores”, argumentó el Centro de Salud y Desarrollo Internacional del University College London (Inglaterra). El aborto selectivo es utilizado con frecuencia, pues los padres saben con anticipación el sexo de sus hijos, y si es niña deciden a acudir al mismo.
En un artículo publicado por ACEPRENSA, se advierte que esta situación es conocida desde hace algún tiempo y ya en otras ocasiones se ha llamado la atención sobre el desequilibrio entre el nacimiento de varones y de mujeres. La ratio normal es de 105 varones por 100 mujeres, pero en Corea del Sur la proporción se sitúa en los 125 niños y en algunas regiones de China llega hasta 130. En India se repiten los mismos números que en Corea, aunque el desequilibrio se localiza en las regiones del norte del país, mientras que las del sur mantienen la ratio natural.
En el año 2007, el director de la Comisión Nacional de Población y Planificación Familiar de China, Zhang Weiqing, admitió en un declaración a la prensa, que el desequilibrio social de género estaba relacionado con la política familiar de China. También en ese año, la revista británica The Lancet estimaba en 2007 que la brecha entre varones y mujeres se situaba en 43 millones. Aludía entonces a casi 100 millones de niñas “perdidas” o “no nacidas”, la mayor parte en China (50 millones) y en India (43 millones); pero también en Corea del Sur, Pakistán, Afganistán o Nepal.
Para contrarrestar esta situacion se han comenzado a implementar políticas para disminuir este desequilibrio demográfico. Por ejemplo, en China se han introducido cierta flexibilidad en la política del hijo único, y en India y Corea se han establecido leyes que impidan conocer el sexo del niño antes de su nacimiento. Sin embargo, ello aún no es suficiente.
Es evidente que la politicas de control natal no benefician a la población ni a la familia, y en consecuencia no benefician a la sociedad. Bajo el argumento de evitar la “sobrepoblación” para disminuir la pobreza, nos desviamos de lo verdaderos poblemas. El control natal no es la solución y lo único que se ha logrado con ello es atentar contra los derechos humanos como el derecho a la vida (aborto) y la libertad (anticoncepción, preservativos y esterilizaciones), pues se le impone a los padres una cultura en la cual el Estado es quien decide cuanto hijos han de concebir.