Esta semana se publicó en el Diario El Pais -de Uruguay- que el Presidente José Mujica, preocupado por el envejecimiento poblacional, decidió crear un grupo interministerial para establecer políticas que ayuden a enfrentar el problema. En un decreto difundido esta semana, el mandatario consideró que “la baja tasa de natalidad combinada con procesos migratorios estructurales y la esperanza de vida creciente tanto en hombres como en mujeres, está provocando un envejecimiento de la población y una relación activo/pasivo inadecuada”.
La situación de Uruguay confirma lo dicho por FADEP en varias ocasiones: que los países de América Latina se acercan a pasos agigantados al problema que enfrenta Europa, pero con un agravante, ya que no cuentan con sistemas de pensiones desarrollados que ayuden a paliar en algo la crisis de contar con un porcentaje tan alto de personas de a tercera edad y tan pocas personas en edad productiva.
Uruguay es el país más envejecido de América Latina y posee una fecundidad por debajo del nivel de reemplazo. En el 2040 los mayores de 64 años pasarán a ser más que los menores de 15.
Según la demógrafa y socióloga Mariana Paredes “el envejecimiento demográfico, como proceso, es bastante irreversible porque las mujeres tienen menos hijos, hay mayor esperanza de vida y a eso se le suma el fenómeno de la emigración. Los procesos demográficos son muy largoplacistas y difíciles de revertir. Lo que sí hay como tendencia a nivel mundial es asumir el envejecimiento demográfico e incorporarlo a las políticas públicas”. Esas políticas refieren a dotar a los adultos mayores de seguridad económica, salud integral y de entornos físicos y sociales favorables, como buenas condiciones de infraestructura en la vivienda y espacios públicos.
En el mes de abril, el ministro de Salud, Daniel Olesker, dijo que las medidas referirán a políticas de natalidad y migración, y a la vez, intentar retener las corrientes migratorias de los jóvenes. Para ellos, se prevén planes de empleo y educación, informó.
Por su parte, el director Nacional de Evaluación y Monitoreo del Mides, Juan Pablo Labat, dijo a El País que países nórdicos han logrado frenar la tendencia de envejecimiento poblacional en función de “sistemas de cuidado”, que implican quitarle a la familia el peso de tener que cuidar a todos sus integrantes con recursos propios. Para ello, señaló, se han instrumentado “buenas guarderías” para preescolares, apoyo para las tareas del hogar y madres primerizas y mecanismos de cuidado para adultos mayores y discapacitados.
Es importante no cruzarse de brazos pensando que es una situación irreversible. Vale la pena luchar por fomentar la familia y la natalidad, asegurándo el adecuado apoyo para las personas que deciden tener más hijos y para las personas que se encuentran en la tercera edad.
Fuente: Diario El País