A lo largo de las últimas décadas, el modelo económico de las empresas ha evolucionado significativamente. Desde los días en que la eficiencia y la productividad eran los únicos objetivos, las organizaciones han transitado hacia un enfoque más centrado en la persona. En los años 80 y 90, surgió el concepto de Responsabilidad Social Empresarial (RSE), que comenzó a integrar el bienestar de los empleados y la comunidad en la estrategia empresarial. Este cambio continuó en los años 2000, cuando la integración entre la vida laboral y personal y la flexibilidad se convirtieron en prioridades clave.
Hoy en día, las empresas líderes ven a sus empleados no solo como trabajadores, sino como individuos completos, y se esfuerzan por crear entornos laborales que apoyen tanto su desarrollo profesional como su bienestar personal. Y precisamente el tema de integrar la vida familiar con la vida laboral es uno de los puntos en común más importantes entre la familia y el desarrollo, ambos temas medulares en nuestra labor de investigación.
Nadie mejor que las madres y los padres trabajadores entenderán este concepto: no se trata de equilibrar, porque nunca será una distribución perfecta de tiempo entre la vida familiar y la vida laboral, sino que se trata de integrar o conciliar, como bien ha definido Nuria Chinchilla, autora del concepto de Responsabilidad Familiar Corporativa.
Puedes leer uno de nuestros artículos sobre Nuria Chinchilla aquí.
Ciertamente, las empresas tienen un interés especial en que sus colaboradores sean efectivos, pero para ello necesitan tener una vida personal y familiar estable. La búsqueda de la integración entre el trabajo y la vida familiar es un desafío que enfrentan muchos padres en el mundo moderno. Las autoras SoWon Kim y Mireia de las Heras, en su artículo “La familia: una escuela para los negocios” describen de forma magistral la forma en la que la familia moldea a los líderes de las empresas. Es precisamente en el núcleo familiar en donde aprendemos competencias de liderazgo que luego podremos aplicar en la empresa.
Sowon Kim, Mireia Las Heras “La familia: una escuela para los negocios” Harvard-Deusto, Abril 2012 p. 44-49
De acuerdo a las autoras, es en la familia en donde podemos aprender competencias extrínsecas, para aprovechar oportunidades y gestionar recursos; competencias interpersonales, para tratar y comunicarse con otras personas de forma asertiva; y competencias de eficacia personal, para ser responsables, cumplir con los compromisos y respetar el entorno.
Asimismo, en la investigación realizada por el IESE Business School de la Universidad de Navarra, en el que participan investigadores de más de veinte países para definir el Índice de Responsabilidad Familiar Corporativa (IFREI), que en Guatemala es conducido por el Centro de Investigaciones Humanismo y Empresa (CIHE), se comprueba que las personas que tienen un líder comprometido con la conciliación de vida laboral y familiar, están tres veces más comprometidas con la empresa. Así, tienen un 300% más de probabilidad de continuar voluntariamente vinculadas a la empresa, que los colaboradores cuyos líderes no practican ni se comprometen con la conciliación.
El IFREI clasifica el entorno laboral en 4 categorías:
- Enriquecedor: aquel que facilita sistemáticamente la conciliación trabajo – familia.
- Favorable: aquel que facilita ocasionalmente la conciliación trabajo – familia.
- Desfavorable: aquel que dificulta ocasionalmente la conciliación trabajo – familia.
- Contaminante: aquel que dificulta sistemáticamente la conciliación trabajo – familia.
Tomando en consideración el análisis del IFREI en Guatemala, veamos entonces la percepción del entorno laboral en el mundo, Latinoamérica y Guatemala:
Gráfica propia de FADEP. Fuente: La Responsabilidad Familiar Corporativa (RFC). Resultados del estudio IFREI Guatemala, IESE Business School, Universidad de Navarra.
Podemos concluir que Guatemala se encuentra dentro del promedio mundial en el entorno Enriquecedor, y por debajo del promedio mundial por tres puntos porcentuales en el entorno contaminante.
¿A qué se debe esta calificación tan positiva para Guatemala? ¿Cuáles son las prácticas a favor de la conciliación familia – trabajo que los guatemaltecos tanto valoramos? Las respuestas a estas interrogantes también las encontramos en el estudio anteriormente mencionado. A continuación, se enlistan las políticas de responsabilidad familiar corporativa más valoradas en Guatemala.
- Permiso para abandonar el lugar de trabajo por una emergencia familiar.
- Calendario de vacaciones flexible, que pueda adaptarse a las necesidades de cada colaborador.
- Horario de trabajo flexible.
Sin embargo, existen también políticas que no están implementadas actualmente y que son altamente deseadas por los colaboradores guatemaltecos.
- Programas de bienestar, como ejercicio, nutrición, control del estrés, entre otros
- Trabajo remoto o “teletrabajo”, el cual permite a los colaboradores trabajar a distancia, desde un lugar distinto a la oficina.
- Horario de trabajo flexible, pues algunos no lo tienen.
La Fundación Chile Unido, quien también se ha especializado en el tema de conciliación vida familiar y laboral, ha publicado una guía de buenas prácticas, en la que presentan algunas ideas para que las empresas puedan adoptar y así encaminarse a ser un ambiente más favorable para madres y padres que trabajan. A continuación, compartimos algunas de más de 100 prácticas que detallan en su publicación:
- Flexibilidad laboral: horarios de ingreso y salida adecuados, acceso a días u horas libres para momentos importantes o atender asuntos personales, opción a alternar entre oficina física y oficina en casa.
- Ayudas a la maternidad y paternidad: horarios flexibles para la mamá al término del embarazo, tiempo de pre y post natal, actividades de re-incorporación luego de cumplir el tiempo post natal, permisos especiales para los padres, apoyo a colaboradores que tienen hijos con alguna enfermedad grave o discapacidad, permisos para atender requerimientos de salud, educación u otras necesidades de los hijos.
- Apoyos económicos: beneficios monetarios para celebrar momentos y logros importantes para los colaboradores y apoyar a las familias en ámbitos importantes para la empresa, como educación, adquisición de vivienda, salud de los integrantes de la familia, entre otros.
- Actividades para la integración familiar: programas creativos y culturales organizados por la empresa específicamente para los miembros de la familia, en los que se celebran hitos de la empresa, pero se invita a la familia de los colaboradores a participar.
- Desarrollo personal y calidad de vida: algunas ideas son asesoramiento psicológico, legal, financiero o médico para integrantes de la familia, así como escuela para padres, programas de prevención de adicciones y violencia intrafamiliar. Incluyen también programas deportivos, salud y alimentación.
En conclusión, las políticas de conciliación familia – trabajo, efectivamente implementadas, claramente comunicadas y con un compromiso desde los puestos de liderazgo, han demostrado tener un impacto positivo no solo en la vida personal de los colaboradores, sino también en resultados efectivos para las empresas. Guatemala tiene una oportunidad significativa para crecer el número de empresas familiarmente responsables, con conciencia sobre la importancia de integrar las responsabilidades laborales y familiares. Las empresas y los responsables de crear las políticas deben colaborar para crear un entorno que permita a las madres y padres desarrollarse tanto en el ámbito laboral como en el familiar, de forma que invirtamos como sociedad en lo más importante: la familia, el núcleo en el que se forman todos los líderes.