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Día mundial de la población

En octubre del año 2011 se celebró el nacimiento del bebé 7 mil millones y, aunque para muchos fue un momento de alegría y celebración, otros lo vieron como una situación alarmante aduciendo graves consecuencias del aumento poblacional. Con esta última idea, varios gobiernos han implementado políticas de control natal para reducir la población y con ello lograr alcanzar el desarrollo. Ante ello, cabe preguntarse ¿somos pobres porque somos muchos?  El 11 de julio  se celebró el Día Mundial de la Población y en FADEP creemos que es una oportunidad para reflexionar acerca de la población y su incidencia en la sociedad.

En el año 1989, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) estableció que cada 11 de julio se celebrase el Día Mundial de la Población, con el objeto de centrar la atención en la urgencia y la importancia de las cuestiones de población, particularmente en el contexto de los programas y planes generales de desarrollo, y en la necesidad de encontrar soluciones a estos problemas.

Naciones Unidas es una de la entidades que ve el aumento de la población como un problema, sosteniendo que  un mundo de 7 mil millones nos enfrenta a una demanda de recursos compartidos y  representa considerables dificultades para alcanzar los objetivos de desarrollo convenidos a nivel internacional (Mensaje del Secretario de Naciones Unidas, Ban- Kin Moon, con ocasión del Día Mundial de la Población 2012). Es por tal razón que no es de extrañarse que el tema central del Día de la Población para este año sea el “Acceso universal a los servicios de salud reproductiva“. Sin embargo, es necesario poner especial atención a ello puesto que el objeto de dicho tema ha sido una estrategia de quienes lideran el control natal para introducir los “derechos” reproductivos y el aborto en los países (ejemplo de ello fue la Cumbre Rio+20, celebrada el mes pasado en Brasil).

Si bien es cierto que hay una crisis alimentaria y financiera que nos hace prestar más atención al establecimiento de las bases para un desarrollo sostenible, tal como lo señala el dirigente de la ONU, es importante resaltar que la solución no esta en proveer al mundo de contraceptivos para acabar con la pobreza, sino de implementar las medidas adecuadas para alcanzar dicho desarrollo.

Con el argumento de que son muchas las mujeres que desean evitar o posponer el embarazo, que los embarazos en adolescentes son habituales en todo el mundo y que las mujeres de escasos recursos reciben una atención inadecuada durante el embarazo, Naciones Unidas busca enfocar una gran cantidad recursos económicos en proveer servicios de “salud reproductiva” a la población.

Sin embargo, con ello no se acabará el problema. Las adolescentes seguiran adelantando el inicio de su actividad sexual y con ello vendrán los embarazos; si se busca disminuir el índice de mortalidad materno-infantil, el uso de métodos contraconceptivos no es factor determinante pues habrá menos mujeres embarazadas pero las que lo están no seran atendidas de forma adecuada;  y en el caso del control demográfico, los pobres seguirán siendo pobres.

Es necesario enfocar hacia otro lado la solución a estos problemas. Con los embarazos en adolescentes se debe promover la abstinencia y brindar educación sexual informada, pero sobre todo, formada en principios y valores. En cuanto a la mortalidad materna, estudios han demostrado que se evitarían más de un millón de muertes con intervenciones relativamente sencillas: el brindar mejor atención a la mujeres embarazadas (antes y durante el parto)  informarles de su estado y  como deben cuidarse, promover el embarazo seguro, la reducción del analfabetismo y el incremento en la educación promedio de la mujer. Y finalmente, en el caso del aumento de la población, el crecimiento demográfico no tiene un impacto negativo directo en la meta por alcanzar el desarrollo sostenible y por ello imponer políticas anticonceptivas de planificación familiar no dará resultado. Los gobiernos y la iniciativa privada deben trabajar juntos para asegurar que todos tengan la oportunidad de mejorar su estilo de vida: brindando educación de calidad, estimulando la creación de fuentes de trabajo y creando las condiciones de infraestructura necesarias para que el desarrollo llegue a todos.  Claro está que los recursos son limitados, pero si se usan de forma inteligente y transparente, seguro alcanzarán para más.