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No hay mayor ciego que el que no quiere ver: Nueva corriente “Antinatalista”

¿Cuántas veces has escuchado decir que el mundo “está sobrepoblado”? o que los índices de pobreza continúan en aumento debido a la “sobrepoblación” del mundo, o peor aún, ¿Cuántas personas continúan afirmando y esperando el desenlace apocalíptico planteado por Malthus o por Ehrlich en sus Teorías de la Sobrepoblación?

Recientemente, Paul Ehrlich, autor del libro The Population Bomb, fue entrevistado en el programa de televisión 60 Minutes. Sorpresivamente, más de cinco décadas después de la publicación de su libro, Ehrlich continúa afirmando su convicción de que la “sobrepoblación” mundial conducirá al desabastecimiento de alimentos y recursos naturales, ocasionando la muerte de cientos de millones de personas en un trágico colapso de la población humana.

La apocalipsis demográfica profetizada por Ehrlich para la década de 1970 y 1980 por supuesto no ocurrió y en vista de las tendencias demográficas actuales, el mundo se enfrenta a desafíos opuestos a un crecimiento desmesurado de su población. En Noviembre del 2022 la población mundial alcanzó los 8 billones de habitantes; aumentar este último billón tomó 12 años y según estimaciones de la Organización de Naciones Unidas, tomará los próximos 15 años aumentar a 9 billones, otros 18 años para alcanzar 10 billones y 32 años más para alcanzar otro billón de habitantes. Al contrario de las afirmaciones de Ehrlich, el crecimiento de la población mundial se ha desacelerado.

Dejando por un lado la carencia de fundamento y de evidencia científica de los postulados de las Teorías de la Sobrepoblación; las mismas han motivado acciones deplorables como la imposición de  políticas de control de natalidad en países como China, Singapur y Vietnam; las cuales han derivado en condiciones negativas  para sus poblaciones y su desarrollo en general.

Terminamos el 2022 a la expectativa de cifras poblacionales que muestren tanto las oportunidades como los retos a los que nos enfrentaremos en el 2023 y los años siguientes. Por ahora, según las tendencias demográficas de hace ya algunas décadas podemos esperar más encabezados noticiosos como “Francia planea elevar la edad de jubilación” debido al dramático envejecimiento poblacional del curiosamente llamado “Viejo Continente”. Seguramente también será recurrente leer, en este nuevo año, noticias sobre el escaso crecimiento poblacional de países como Estados Unidos, que aún siendo la principal economía mundial, se enfrenta a una considerable reducción de su población, tal como lo relata el periódico The Intelligencer en su nota en inglés “America´s population could use a boom: Failing to adress population decline may exact a heavy toll”

Un tema significativo que repercutirá en la trayectoria del 2023 es el crecimiento poblacional de India, con el cual logrará superar en número de habitantes al país que ha ostentado históricamente la mayor cantidad de población dentro de sus fronteras, China.

¿Qué significa que India supere a China como el país más poblado del mundo? Esencialmente, refleja las perjudiciales consecuencias de los 36 años de vigencia de la Política de Hijo Único. Sin embargo, lo que muy pocos conocen, es que India fue el primer país en imponer un Programa de Planificación Familiar, el cual implicaba esterilizaciones forzosas y desincentivaba la natalidad casi tres décadas previo a que sucediera en China. Ambos países asiáticos se enfrentan ahora a reducidas tasas de natalidad y a decrecientes ritmos de crecimiento poblacional, lo cual les representará dificultades a corto plazo como la reducción de su fuerza laboral, perjudicando su desarrollo socioeconómico; envejecimiento de su población, lo que puede conducir a una crisis en su sistema de pensiones, etc.

Las tendencias demográficas reflejan que el mundo está despoblándose progresivamente; afirmar lo contrario desafía el sentido común, tal como Ehrlich y algunos de sus partidarios ideológicos que promueven una actual corriente “antinatalista”. De ello podemos mencionar numerosos ejemplos: Alexandria Ocasio-Cortez, Congresista estadounidense, asegura que la solución a la “crisis climática mundial” es reducir el número de hijos por familia (The Guardian). Bernie Sanders, ex candidato a la presidencia de Estados Unidos, proponía en su campaña política financiar abortos en países de ingresos bajos para revertir la “sobrepoblación” (Panam Post). el Príncipe Harry y su esposa, Meghan Markle incluso han sido premiados por su decisión de no tener más de dos hijos para reducir el “impacto sobre el medio ambiente” (La Gaceta de la Iberosfera).

Si bien, la población mundial continúa creciendo, lo hace a un ritmo cada vez más lento y aunque algunos países se enfrentan ya a los retos que el “Invierno Demográfico” representa. Es alarmante que los temores de una supuesta “Sobrepoblación” persistan y continúen aumentando en popularidad, ya que la historia indica que podrían motivar a imponer políticas lesivas para el desarrollo de la población humana. Es momento ya de acabar con la narrativa de la “bomba demográfica, de otra manera, podría estallar en nuevas políticas de control natal.