Recientemente la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo –OCDE-, publicó un estudio sobre las consecuencias económicas que supondrán en el futuro el envejecimiento poblacional de los países más desarrollados si los gobiernos no implelementa políticas que ayuden a reducirlas.
El informe titulado Help Wanted? Providing and paying for long-term care (¿Busco ayuda? Proporcionando y pagando los cuidados a largo plazo) advierte que el gasto público podría duplicarse e, incluso triplicarse, de aquí al año 2050.
Actualmente, a nivel mundial, la mitad de las personas dependientes tiene más de 80 años (el 4% de la población), pero se aproximará al 10% de la población en 2050. Las proporciones más altas se alcanzarán en Japón (17%) y Alemania (15%). Y seguirá creciendo el gasto, que actualmente es en los países de la OCDE el 1,5% del PIB, aunque hay notorias diferencias de unos países a otros, desde el 3,6% en Holanda al 0,1% en Portugal.
El informe señala la necesidad de formar personal especializado en el tratamiento de las personas dependientes, el cual ha estado circunscrito al ámbito familiar y razón por la cual muchos jóvenes dejan el estudio por la necesidad de cuidar a sus familiares mayores. Los beneficios que actualmente recibe una persona que ayuda a un adulto son simbólicos, y muchas veces es no remunerado.
También es preciso establecer servicios de apoyo, para la propia formación y el acompañamiento psicológico (es alta la incidencia de problemas de salud mental), así como la posibilidad de acudir periódicamente a centros de cuidados..
Según el informe, los gobiernos deben encontrar un equilibrio entre la oferta de una atención de calidad –que exigen cada vez más los ciudadanos en el ámbito de la sanidad pública y en el conjunto de la seguridad social– y su viabilidad económica.
Por otra parte, será preciso favorecer la adecuada utilización de las diversas estructuras de cuidados de salud y de atención de larga duración, coordinando actividades dentro y fuera de los centros hospitalarios. En ese contexto, resulta esencial la información a los dependientes y a sus familias.
Se plantea también la oportunidad de contratar seguros para cubrir la dependencia futura. De momento, en Estados Unidos y Francia, un 5% y un 15% respectivamente de los mayores de 40 años de edad han suscrito pólizas para asegurar el riesgo de la futura dependencia personal.
Es preciso prevenir desde ya las consecuencias económicas que supondrá en el futuro el problema del envejecimiento poblacional, que no sólo afectará a una sector de la población, sino a todos.
Para conocer más sobre este estudio, acceder a link del estudio en donde encontrará una tabla de contenidos con el informe completo.
Fuente: Aceprensa