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Estado Mundial de la Infancia 2016

ninezRecientemente UNICEF publicó el Estado Mundial de la Infancia 2016, en el cual expone que el progreso para los niños más desfavorecidos no sólo es un imperativo moral, sino también estratégico.

“Todos y cada uno de los niños tienen derecho a la salud, la educación y la protección, y todas las sociedades salen ganando si fomentan que los niños y niñas tengan una oportunidad en sus vidas. Sin embargo, en todo el mundo, millones de niños no pueden disfrutar de una oportunidad justa debido únicamente al país, el género o las circunstancias en que han nacido.” […] “La decisión que tienen que tomar las partes interesadas es clara: invertir en un progreso acelerado para los niños que han quedado atrás, o enfrentarse a las consecuencias de un mundo mucho más dividido en 2030. En el momento en que se pone en marcha un nuevo programa para el desarrollo, el informe concluye con un conjunto de recomendaciones para contribuir a marcar el rumbo hacia un mundo más equitativo.”

Los principales ejes que expone el documento son:

  • Salud
  • Educación
  • Pobreza
  • Equidad: bajo el concepto que “todos los niños tengan las mismas oportunidades de sobrevivir, crecer y alcanzar el pleno desarrollo de sus capacidades. Es, ante todo, una cuestión de justicia y oportunidad. Una oportunidad justa para todos los niños y niñas.”

Guatemala tiene una tasa de mortalidad de menores de 5 años (2015) de 29% y se encuentra en la posición mundial #71 (entre las más altas) respecto del tema. Las estadísticas de UNICEF muestran una disminución a nivel regional y global con respecto a la mortalidad de menores de 5 años, sin embargo es evidente que el trabajo para eliminar estas cifras debe aumentar.

En FADEP estamos convencidos que la familia es la célula fundamental de la sociedad, y que es a través de su fortalecimiento y buen funcionamiento como podemos ayudar a cada ser humano de manera integral. Tal y como lo explica el documento “No lograremos alcanzar los objetivos mundiales sin un enfoque integrado en la acción humanitaria y para el desarrollo” pero principalmente, empoderando y fortaleciendo a la familia para formar ciudadanos éticos y responsables de su entorno, sobretodo en la temática de niñez y adolescencia.

Las sociedades sostenibles comienzan por los niños y estos niños vienen -o deberían venir idealmente- de una familia integrada y unida, en donde se vele por los derechos fundamentales, así como por el bienestar social y el desarrollo integral de la persona. Para poder construir sociedades más fuertes y justas, donde los niños puedan crecer y desarrollarse de la mejor manera, es indispensable que el primer espacio social -la familia- recupere su valor y se le empodere y fortalezca para que sea un lugar seguro para el ser humano.