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Estudio sobre violencia intrafamiliar en Guatemala

En Mayo de 2011, la Universidad del Istmo publicó un informe sobre la violencia intrafamiliar denominado “Estudio de Opinión Pública sobre Maltrato a la Mujer por parte de la Pareja”, el cual estuvo a cargo de la Facultad de Educación de dicho centro académico.

El departamento escogido para el estudio fue Quetzaltenango debido a que ofrece una gran variedad en personas, culturas y modelos económicos por lo que es una buena primera experiencia para realizar un trabajo a nivel nacional.

En el caso de este estudio, la definición más adecuada sobre violencia domestica fue la de violencia de compañero íntimo hacia la mujer, en donde se consideraron abusos físicos, sexuales, económicos, verbales o emocionales.

El informe de resultados muestra lo siguientes:

  1. Las mujeres maltratadas tienen una distribución de edades similar a la del grupo de mujeres en general.  Esto sugiere que el maltrato familiar ocurre en proporciones similares en todos los grupos de edad.
  2. Un tercio de las mujeres maltratadas viven con sus parejas en cohabitación estable aunque no se encuentran casadas ante la ley.
  3. Cerca del 17% de las parejas reporta distintos estados civiles para hombres y mujeres.  Esto sugiere que se trata de relaciones paralelas.
  4. Alrededor de 45% de las parejas reporta número distinto de hijos del hombre y la mujer.  Es un indicador de la frecuencia de relaciones previas.
  5. La educación formal típica de una mujer maltratada son cuatro años.  La de la pareja que la maltrata cinco años.
  6. Cerca del 60% de las mujeres trabajan como amas de casa o en el hogar.  En general se percibe poca independencia económica.
  7. El 80% de las parejas donde se da el abuso tenían una historia de abuso en sus familias de origen.
  8. Uno de los factores que más explican la severidad de los episodios de violencia es la diferencia entre niveles educativos del hombre y la mujer.
  9. El consumo de alcohol y drogas aumenta la severidad de los ataques a las mujeres.
  10. El área rural presenta mayor tendencia a maltrato femenino.
En cuanto a las recomendaciones, el estudio hace enfásis en el empoderamiento de la mujer por medio de programas educativos que las lleven a tener una educación formal similar o superior a la de sus parejas. Puesto que el consumo de alcohol y drogas aumenta la severidad de los ataques a las mujeres, se recomienda una campaña que promueva un consumo responsable de las bebidas alcohólicas.  Adicionalmente, el hecho que en un  número elevado de parejas donde se da violencia existía abuso en su familia de origen, sugiere que el comportamiento pueda ser aprendido.  Un programa educativo que reduzca el abuso en la actualidad puede tener efectos en la siguiente generación; y, es necesario darle importancia a la educación de los niños varones para evitar que se reproduzcan los patrones de abuso en la siguiente generación.

La violencia intrafamiliar es una situación que afecta a muchas familias. Es necesario continuar fortaleciendo la institución familiar por medio de la promoción de valores.

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