Una de las causas principales de mortalidad materna es la falta de atención a mujeres embarazadas por parte de los centros de salud. Es necesario que las instituciones públicas de salud implementen políticas y programas de acción encaminados a reducir la mortalidad materna, como el brindar mejor atención a la mujeres embarazadas (antes y durante el parto) informarles de su estado y como deben cuidarse.
Un ejemplo de las consecuencias positivas que estas acciones conllevan, ha sido el caso del Estado de Chihuahua en México, donde la Secretaría de Salud, dentro de sus principales acciones para frenar los decesos por mortalidad materna, creó 38 albergues maternos adjuntos a hospitales, mismos que encuentran trabajando a su capacidad máxima. Se invirtieron 34 millones de pesos para mejorar la calidad de atención, así como para comprar ultrasonógrafos y cardiotocógrafos, lo que permitió brindar un mejor servicio a las mujeres antes, durante y después del parto. También se abasteció de medicamento básico a todas las instituciones de salud del estado con el fin de atender las primeras causas de muerte materna a través de las “cajas rojas” para estabilización de pacientes.
En el año 2010, la mortalidad materna disminuyó en un 30% en dicho estado, en comparación con el 2009.
Otros factores que influyen en la disminución de la mortalidad materna son la promoción del embarazo seguro, la reducción del analfabetismo y el incremento en la educación promedio de la mujer, según un informe elaborado por la Universidad de Chile.
Algunos de los argumentos que se utilizan para despenalizar el aborto es que el aborto “legal y seguro” es un factor determinante para disminuir la mortalidad materna, lo cual no es cierto. Chihuahua es uno de los estados mexicanos que no ha despenalizado el aborto y este hecho no impidió los avances considerables que se tuvieron en la mortalidad materna en el 2010.
El estudio antes mencionado concluyó que la mortalidad materna disminuye sin legalizar el aborto, pues ningún aborto es seguro para la gestante. Las mujeres pueden sufrir serios daños físicos, psicológicos y emocionales, e incluso la muerte, como resultado de abortos legales practicados en las mejores condiciones sanitarias.