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La falta de bebes y el futuro demográfico

Ya quisieran muchas madres tener las condiciones que ofrece Finlandia para la maternidad. Y sin embargo, hoy en día Finlandia ve amenazado su futuro  por la falta de bebes pues recientemente ha registrado el menor número de nacimientos en casi 150 años, y lo peor que no se le ve una salida fácil a esa tendencia.

Es sabido que la tasa para mantener el reemplazo generacional debe ser de dos por mujer,  y en Finlandia la última tasa registrada para el 2015 era 1.71 según el Banco Mundial (para el 2016 Statistics Finland tiene una estimada de 1.57), la cual es sorprendentemente baja dados los esfuerzos hechos por el estado para apoyar la paternidad.

Tal vez nada ilustre mejor tales esfuerzos que las cajas de bebé de Finlandia introducidas desde 1937: cajas llenas de ropa y productos de aseo para bebés que se entregan a las mujeres embarazadas y que incluso pueden plegarse para convertirse en cunas improvisadas. Ofrecer una generosa licencia parental y uno de los mejores sistemas educativos del mundo tampoco parece estar funcionando. Y es que es difícil borrar de la cabeza la imagen de que los hijos se oponen a una vida de comodidad y felicidad. El líder de los socialdemócratas, Antti Rinne, causó revuelo en agosto cuando instó a las mujeres a cumplir su deber patriótico y tener más bebés, como si tener hijos fuera una obligación de patriotismo.

Rusia es uno de los países que se creía había solucionado su problema demográfico pues en el 2007 los nacimientos aumentaron por primera vez desde el fin de la URSS como consecuencia de las políticas impulsadas por Putin.  Sin embargo, en el 2014, con la crisis económica, los nacimientos volvieron a caer y a eso se suma que en el corto plazo Rusia va a perder unas 800,000 personas en edad de trabajar al año debido a la estructura demográfica y debido a que la crisis a hecho desaparecer los estímulos que llevaban a muchos a emigrar como trabajadores a Rusia. Según datos de la Agencia Estatal de Estadística (Rosstat), entre enero y julio del 2017 el número de fallecimientos superó al de nacimientos en un 11,8 %, mientras que un año antes sólo fue un 1,3 % mayor.

Presentamos aquí un detalle de la evolución de la tasa de fertilidad de Finlandia según datos del Banco Mundial, mostrando en la misma gráfica como se ha comportado la fertilidad en Guatemala en el mismo plazo de tiempo.  Llama fuertemente la atención la rapidez con que Guatemala se acerca a la realidad finlandesa, con la diferencia que los habitantes en Finlandia gozan de una estabilidad económica y social que los guatemaltecos estamos lejos de alcanzar, lo que pone al país en una situación mucho más vulnerable si llegaran a alcanzarse niveles de fertilidad por debajo del nivel de reemplazo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Es importante que países que aun tienen una tasa de fertilidad sana inculquen en los jóvenes el valor positivo de la familia y que se les enseñe que los hijos NO son un obstáculo para la felicidad.  Es cierto que no todas las mujeres nacieron para ser madres, pero es importante resaltar todo lo positivo que conlleva la maternidad, no solo porque los hijos pueden “asegurar” el futuro de un país, sino porque los niños son en sí la esperanza y el futuro, y si los jóvenes saben forjar familias saludables los hijos llegaran a ser precisamente la razón de su felicidad.