Según un reporte publicado por The Heritage Foundation, los adolescentes sexualmente activos son más depresivos e incluso algunos tienden al suicidio.
Aunque la actividad sexual de los adolescentes ha disminuido en los últimos años, la tasa global sigue siendo elevada. En 1997, aproximadamente el 48% de los adolescentes en edad escolar eran sexualmente activos o en algún momento lo habían sido, y con ello incrementaron los problemas asociados con la actividad sexual. Cada día, 8.000 adolescentes en los Estados Unidos son infectados por una enfermedad de transmisión sexual y, en general, una cuarta parte de los adolescentes sexualmente activos han sido infectados.
Los embarazos fuera de matrimonio son otro problema serio. En el año 2000, unos 240.000 bebes nacieron de adolescentes no mayores de 18 años. La mayoría de ellas solteras. Muchas de estas madres enfrentan problemas de pobreza.
Sin embargo, el tema económico no es el único problema. Menos conocidos son los problemas psicológicos y emocionales asociados con la actividad sexual de los adolescentes. En comparación con los adolescentes que no son sexualmente activos, los y las adolescentes que sí lo son, tienden a ser significativamente menos propensos a ser felices y a sentirse deprimidos.
Es necesario continuar promoviendo la abstinencia. El inicio de la actividad sexual temprana trae consigo graves consecuencias que muchos adolescentes no saben enfrentar y los llevan a la depresión y en el peor de los casos al suicidio. Los padres, quienes son los principales educadores de sus hijos, deben formarse en temas de afectividad y sexualidad para poder transmitir la información correcta a sus hijos.