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Profundizando en el término “Capital Familia” con Agustín Laje

Recientemente tuve el gusto de sentarme a conversar con Agustín Laje, en su visita a Guatemala, sobre la estructura familiar; partiendo desde la influencia que representa en la individualidad de cada ser humano hasta sus aportes dentro de toda sociedad en su ámbito económico, cultural, político e incluso en el sostenimiento de un sistema democrático.

Comenzamos la plática desarticulando el término “Capital Familia” en todos sus aspectos, sin limitarse al origen económico del mismo. La familia es la estructura elemental de toda sociedad libre, representando el origen del ser humano en el desarrollo de su inherente sentido de colectividad, es decir, dentro de una familia surgen los primeros contactos afectivos, valores sociales, aprendizajes educativos, etc., que contribuyen en el desempeño de nuestra humanidad dentro de la sociedad. Sin embargo, las estructuras familiares representan también un aporte elemental en el sistema económico, reflejado principalmente en su función de aportar los medios para la prosperidad de sus miembros, la cual es indispensable e insustituible fuera de ella.

Pasando por los rasgos afectivos, sociales y económicos, nos inmiscuimos en el ámbito político; ¿Qué papel desempeña la familia en el sistema político? Laje describe a la estructura familiar como “una fuerza social que impide que la fuerza que viene de arriba (gestión gubernamental) pueda hacerse con todo”, en otras palabras, la familia es elemental en el ejercicio de los derechos y libertades civiles como un intermediario entre la ciudadanía y la administración pública desempeñando su función educativa y formativa en valores determinados por los padres de familia para un adecuado desarrollo de los hijos en una relación o vínculo afectivo presente en cada una de sus etapas de crecimiento.

“Es tan fuerte el lazo social afectivo dentro de una familia que puede trascender el cálculo económico”

Agustín, en un comentario polémico, asegura que la dinámica familiar es el “único núcleo que puede aplicar socialismo”. Desarrollando esta idea planteada en la entrevista, desde una perspectiva política marxista, es en la familia donde los recursos son distribuidos sin distinción alguna, basándose en valores humanos o afectivos únicos.

Volviendo a la función económica desempeñada por la familia, la cual fundamenta el término “Capital Familia”, platicamos sobre la generación de riqueza desde el entorno familiar. Este tema se aborda en una publicación de FADEP titulada ¿El Matrimonio Importa?, afirmando que “juega un papel determinante en sostener a largo plazo el crecimiento económico, la viabilidad del bienestar estatal, el tamaño y calidad de la mano de obra y la salud de amplios sectores de la economía moderna”.

Adentrándonos en el contexto actual, Agustín responde a la pregunta ¿Cuáles son las principales amenazas a las que se enfrenta contemporáneamente el matrimonio y la familia? describiendo tres factores que determinan las tendencias sociales hoy en día.  Una de las amenazas es el rechazo a la complementariedad hombre-mujer, que es característica de una unión matrimonial y que contribuye significativamente en la crianza de los hijos de manera equitativa desde la maternidad y la paternidad ejercida. Otro factor relevante es la pérdida de la noción de la dignidad humana, y es precisamente en la idea del valor fundamental e inmedible de cada ser humano que se cimentan los vínculos afectivos familiares  y en la misma es donde debe partir su fortalecimiento, buscando el bienestar y pleno desarrollo de cada ser humano, el cual no puede concebirse fuera de una familia funcional. Para finalizar su respuesta, Laje describe como otra amenaza la desacreditación de la familia tradicional en la sociedad actual y el incumplimiento de los Derechos Humanos fundamentales de la familia, principalmente el derecho de los padres de familia de educar a los hijos según sus valores y convicciones; además de la deformación de la naturaleza familiar que está basada en la unión de un hombre y una mujer en matrimonio con el propósito de concebir hijos.

Laje también comenta la influencia, en algunos casos negativa, de las innovaciones tecnológicas en la convivencia familiar y la dificultad de conciliar la vida familiar y laboral.  Sin embargo inmersos en una pandemia mundial desde hace más de un año, pareciera un factor positivo la necesidad de permanecer dentro de casa como una medida de prevención; ubicar a todos los miembros de la familia dentro de un mismo espacio físico en una contemporaneidad en la cual existen menos oportunidades para convivir en familia, es una oportunidad para fortalecer los vínculos afectivos que, como platicamos durante la entrevista, son característicos de una familia.

La priorización de  las estructuras familiares es imprescindible para establecer un desarrollo social sostenible.  A la pregunta ¿Qué políticas públicas y programas sociales crees necesarios para el fortalecimiento de la familia? Laje propone programas sociales educativos que reafirmen el derecho de los padres de familia de elegir la educación que se brinde a sus hijos, por ejemplo el caso de la Política de Pin Parental impulsada en regiones de España y México, mediante la cual se les permitía a los padres de familia decidir sobre las enseñanzas que se les imparten a sus hijos. Otra propuesta fue la del sistema de vouchers de educación, que aplica la teoría de mercado al sistema educativo, es decir, el Estado, en lugar de financiar directamente a los centros escolares (oferta educativa) distribuye los fondos públicos a los padres de familia (demanda educativa) para que ellos decidan el centro educativo en el cual estudian sus hijos; de manera que aquellos que no ofrezcan  educación de calidad, no podrán subsistir en el mercado educativo.

“La educación está en el seno familiar”

El último punto abordado en la entrevista trató sobre cómo los datos actuales, a nivel internacional y local, demuestran un decrecimiento significativo en las uniones matrimoniales, a lo cual Laje respondió que esto es resultado de una “sociedad líquida”. Zygmund Bauman, sociólogo polaco y autor del concepto, explica que una sociedad líquida está determinada por la carencia de consistencia, dando paso a un mundo más precario, provisional, ansioso por novedades y, con frecuencia, agotador. Este concepto, según la interpretación de Laje, también se ve reflejado en la figura del matrimonio, un símbolo tradicional del compromiso, estabilidad indisoluble y pilar de la estructura familiar. La disminución de matrimonios en la sociedad actual, de esa unidad sólida, puede derivar en familias “líquidas”, escasas de firmeza.

Relacionado a esa idea y a la tendencia demográfica de reducción de miembros por hogar, Laje cita a otro autor, Gilles Lipovetsky y su libro De la ligereza, en el cual se refiere a la predisposición actual de considerar como una carga innecesaria la tenencia de hijos, lo cual ha provocado un escenario actual determinado por una sociedad “líquida y ligera” en la cual son imprescindibles los esfuerzos por fortalecer las estructuras familiares.

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