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Una población de 8 mil millones

La población mundial presenciaba en el 2011 un hito demográfico trascendental: el nacimiento del bebé 7 mil millones. 11 años más tarde, el mundo está por albergar 8 mil millones de habitantes. En el último Informe anual de la División de Población de la ONU, se fija el 15 de noviembre del 2022 como la fecha en que alcanzaremos un billón más en la población mundial.

¿Es esto positivo o negativo para el desarrollo mundial?

El recurso más valioso y determinante para un desarrollo sustentable es el ser humano. Por ello podemos afirmar que una población creciente no sólo es un factor positivo, sino necesario para la sostenibilidad del mundo entero. Sin embargo, son habituales las opiniones contrarias que aseguran que “el mundo está ya sobrepoblado”, por lo que el crecimiento de la población mundial es motivo de una aflicción infundada para los que aún consideran legítima la Teoría malthusiana de la Sobrepoblación.

El alarmante declive de las tasas de natalidad han convertido al crecimiento poblacional en una ventaja competitiva o un lujo exclusivo para algunos países en los que el proceso de decrecimiento poblacional aún no se ha acelerado en comparación con otros como Japón, España, Cuba, etc. Los últimos se enfrentan ya a los desafíos que representa su escasez de nacimientos como lo son el envejecimiento poblacional, una fuerza laboral insuficiente, crisis de pensiones, etc.

El número de la población mundial se ha más que cuadriplicado desde el inicio del Siglo XX y ha aumentado en 5 mil millones de habitantes más que en 1960, cuando Paul Ehrlich aseguraba, en su libro La Bomba Demográfica, que “cientos de millones de personas morirían de hambre” en un corto plazo al ser insuficientes los recursos naturales para una población que crecía insosteniblemente. Alcanzar una población mundial de 8 mil millones contradice la hipótesis planteada por Ehrlich; no hubo hambrunas masivas, ni se han extinguido los recursos naturales ni ha colapsado el mundo. Al contrario, países como China, que hace unas décadas establecía su Política de Hijo Único, como medida de control natal, ahora incentiva la tenencia de hijos para afrontar su reducida y envejecida población.

 ¿Qué representa este crecimiento poblacional?

Como se mencionaba anteriormente, aunque algunos aún consideren catastrófico el crecimiento de la población mundial, el verdadero problema al que se enfrenta el mundo es el Invierno Demográfico, el cual se refiere al dramático envejecimiento poblacional derivado de la carencia de nacimientos en todas las regiones del mundo. En algunos países como España, Taiwán, Japón, etc. el contexto demográfico es más desafiante que en otros en los que su tasa de fertilidad aún no ha descendido a cifras alarmantes, por ejemplo, el continente africano, en donde se ubican más de 10 de los 20 países con las tasas más elevadas de fertilidad en mundo.

Por otro lado, un hito de crecimiento poblacional como el actual, será de los últimos que acontecerá, ya que la población mundial disminuirá antes de lo previsto. Estimaciones de la Organización de Naciones Unidas del 2017 preveían que el mundo alcanzaría 11 mil 200 millones de habitantes en el año 2,100. La actualización de datos de la ONU estimó en el 2019 que la población mundial alcanzaría un total máximo de 10 mil 900 millones de habitantes para el año 2,100. La publicación Perspectivas de la Población Mundial del presente año, indica que el mundo albergará un máximo de 10 mil 400 millones de habitantes para el  2,080 y a partir de entonces, comenzará a decrecer.

La población mundial continúa creciendo, sin embargo, su ritmo de crecimiento se ha desacelerado gradualmente a partir del 2,050; desde entonces, ha incrementado por debajo de un 1% anual. Además, este crecimiento ha sido heterogéneo entre las regiones del mundo: la mitad de los 8 mil millones de habitantes, viven en tan sólo 7 países. Es decir, la mayoría de países del mundo se enfrentan a la despoblación, en vez de una catastrófica sobrepoblación, contrario a la opinión mayoritaria.

Como conclusión, no, el mundo no está ni estará sobrepoblado y no es una catástrofe mundial que la población aumente a 8 mil millones de habitantes, es más, es motivo de celebración, tomando en cuenta que un desarrollo sostenible requiere de personas que lo impulsen. El reto al que nos enfrentamos no es a un mundo sobrepoblado y las medidas de control natal han demostrado ser contraproducentes. Los esfuerzos deben orientarse en garantizar condiciones óptimas de vida y oportunidades de desarrollo a toda la población mundial, seamos el número que seamos.