En noviembre de 2010 el Ministerio de Salud de Guatemala publicó la V Encuesta Nacional de Salud Materno Infantil (ENSMI) 2008-2009 con el objeto de reflejar las condiciones de salud de la población infantil y de las mujeres. La población objetivo fueron las mujeres guatemaltecas en edad reproductiva (de 15 a 49 años), los hombres comprendidos de los 15 a los 59 años, así como todos los niños y niñas nacidos a partir de enero de 2003. El estudio se desarrolló de octubre de 2008 a junio de 2009 y la limpieza de los datos concluyó en septiembre de 2009. Esta es la quinta encuesta que se realiza en Guatemala, habiendo sido efectuada la última en el año 2002.
Este estudio evidencia que la salud y la pobreza tienen una estrecha relación según el grado de escolaridad que alcanzaron las mujeres investigadas, lo cual impacta en indicadores como la tasa de fertilidad, de mortalidad infantil, la percepción de riesgo de infectarse del VIH y la violencia intrafamiliar.
El ministro de Salud, Ludwig Ovalle explicó que “en el caso de las mujeres sin estudios –principalmente de indígenas del área rural del noroccidente– se adelanta la edad de la primera relación sexual, la primera unión y el nacimiento del primer hijo, lo cual ocurre antes de los 17 años”.
Asimismo aseguró que “sólo el 21.8% de las mujeres sin educación acudieron al médico a recibir asistencia mientras duró su embarazo, el restante 62.2% buscó a las comadronas”. Afirmó que con la muerte de neonatos ocurre una situación similar: “en el caso de las mujeres sin escolaridad, la tasa de muertes alcanza las 24 por cada mil niños nacidos vivos; con las que estudiaron primeria, el indicador baja a 17%, por cada mil nacidos vivos. Disminuye cinco puntos porcentuales en el grupo de mujeres que estudiaron secundaria”.
Con respecto al contagio del VIH, la encuesta también indicó que el acceso a la educación es un factor influyente en el conocimiento sobre Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) y del VIH/sida, pues quienes estudiaron el nivel primario y secundaria estan notablemente mejor informadas.
Como se puede determinar, la educación también influye positivamente en los temas de salud. El distribuir preservativos y anticonceptivos no ayuda a disminuir la mortalidad materna, ello es solamante una solución a corto plazo que afecta a la población, pues con ello se promueve la promiscuidad y las relaciones prematrimoniales. El gobierno debe implementar políticas públicas para promover la educación, dando a conocer información detallada sobre el embarazo, los riesgos de los metodos de planificación familiar y promover la abstinencia y fidelidad, únicos mecanismos efectivos para combatir el SIDA